CÓRDOBA.- Con el proyecto de ley ómnibus acortado ya en mano, los gobernadores están esperando que desde la Casa Rosada lleguen las convocatorias para las mesas política y económica en que quedaron en el encuentro con los ministros Nicolás Posse y Guillermo Francos. La primera definición sobre la iniciativa que da la mayoría es “digerible”, aunque habrá puntos para debatir. Uno es del paquete fiscal, la restitución de ganancias para la cuarta categoría que impulsa Nación: el cordobés Martín Llaryora planteó que el gravamen sea sobre ingresos más altos y el sector liderado por Axel Kicillof lo apoya.

Después del rechazo en el Senado del DNU, desde ocho administraciones provinciales indicaron a LA NACION que el Ejecutivo debe trabajar “intensamente” en Diputados para garantizarse que no se repita la situación. Insistieron en que el oficialismo “no debe dar por hecho” que los gobernadores “controlan todo”.

En el capítulo fiscal, tal como adelantó este diario, Llaryora sostuvo que había que subir “fuerte” el piso de ganancias en el encuentro de gobernadores; apunta a un mínimo no imponible mucho más alto que el que propone el gobierno de $1,5 millones. Es una forma de evitar el costo político que implica la restitución del impuesto a la vez que se coparticiparía. Los mandatarios, en general, marcaron diferencias con la idea de la Rosada.

“No es un impuesto a la riqueza”, advierten a este diario desde El Panal, la casa de gobierno de Córdoba. “El punto es desde qué monto empezar a cobrar ganancias; nos parece que se puede debatir. No debería ser una fricción”, ratifican. No está previsto que los legisladores nacionales que le responden a Llaryora presenten un proyecto.

Se trata de una “contra propuesta” a la realizada por la Rosada que, básicamente, se diferencia por gravar desde “mucho más arriba” los ingresos y con una “curva” de alícuotas más pronunciada, que inicie en menos del 5%.

Kicillof, en los últimos días, contactó a varios de sus pares para intentar un consenso en torno a algunas de las alternativas que se barajan; la otra, que vienen barajando varios hace meses, es coparticipar el impuesto al cheque, incluso con la idea de aumentarlo.

En el encuentro con Francos y Caputo quedó claro que en ese tema hay divergencias; es uno de los que esperan abordar los ministros de Economía provinciales con el equipo de Luis Caputo. De esos intercambios debe salir el pacto fiscal. A los gobernadores les urge recomponer sus finanzas, con lo que es clave resolver qué responsabilidades afrontarán y qué se coparticipará.

Respecto del Pacto de Mayo convocado por Javier Milei, “no hay nada” coinciden los mandatarios que volvieron a ser “advertidos” por el Presidente acerca de que es una “precondición” la aprobación de la ley ómnibus. “Si el oficialismo quiere sacar la ley y el paquete fiscal tiene que avanzar primero en el Congreso; no deben pensar que les alcanzará solo con el apoyo de los gobernadores aliados. Si hacen esa lectura, se pueden equivocar”, advierten desde el círculo de uno de esos mandatarios dispuestos a “colaborar” con Milei.

Desde una provincia peronista con puentes tendidos con la Rosada, sostienen que el equipo nacional “debe ordenarse” y empezar a llamar cuanto antes a las reuniones con “interlocutores válidos y autorizados” si es que quieren llegar a mayo con los temas resueltos. “Hay cuestiones en las que se avanzó en el nuevo proyecto de ley, pero quedan aspectos a debatir. Es más complejo de lo que ellos parecen creer”, sintetizan.

Un aspecto en el que, en general, hay conformidad es el de las privatizaciones. Empresas nacionales localizadas en diferentes provincias, desaparecieron de la lista que Nación quiere ¿se empantanó el debate en febrero; los mandatarios esperan una discusión de aquellos en los que hay provincias que deben hacer pagos que vienen postergándose hace tiempo.

“Algunos temas mejoraron, pero en paralelo desde la Nación abren otros conflictos como el que se está planteando con las universidades -describe un mandatario de la UCR-. No se trata de si se afecta a un partido o a otro, hay focos todo el tiempo de discusión”. La referencia es al congelamiento del envío de fondos discrecionales a las universidades.

Los patagónicos, Kicillof, Gildo Insfrán y Ricardo Quintela constituyen hoy el grupo “más duro” para las negociaciones con la Nación. Respecto a antes del encuentro en la Casa Rosada, Llaryora apareció haciendo “gestos” hacia el oficialismo nacional (como que tres de sus cinco legisladores no bajaron al recinto en el intento de la oposición de debatir una nueva movilidad jubilatoria) y el santafesino Maximiliano Pullaro está concentrado en los problemas de seguridad de su provincia.

 

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