Después de la serie de requisas “a lo Bukele” con las que, desde principios de este año, el gobierno de Santa Fe buscó marcar la línea que ya no debían cruzar los presos –sobre todo, los miembros de las narcobandas que seguían operando desde sus celdas casi con comodidad–, pareció que se habían terminado los desafíos de los reclusos, limitados desde entonces a algunos gritos y chanzas aisladas… Hasta que, ayer, un grave episodio rompió la tregua tácita dentro de los penales.

El director general de Seguridad del Ministerio de Seguridad provincial, Gastón Matías Brun, sufrió heridas en sus brazos en la vieja Unidad Penitenciaria N°3 de Rosario, conocida como La Redonda. Desde dentro de un calabozo, un preso le arrojó agua caliente.

Según informó La Capital, el suceso se produjo durante una requisa realizada por efectivos del Servicio Penitenciario este martes a la mañana. Tras el ataque, Brun fue conducido a la enfermería de la cárcel, situada en Zeballos al 2900, para recibir las primeras curaciones.

Desde el Ministerio de Seguridad provincial se informó que el director general, un hombre con extensa experiencia en el ámbito de la administración penitenciaria, no fueron de gravedad

La U3 es considerada como una unidad penal de baja conflictividad. Pero luego del grave incidente se resolvió poner en práctica un proceso de aislamiento.

 

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