Los amantes de los gatos están muy familiarizados con el curioso hábito de sus mascotas de acurrucarse cómodamente sobre los ordenadores. Algunos podrían interpretarlo como un gesto de competencia por la atención del dueño, mientras que otros lo atribuyen a un intento de imitar el comportamiento humano. Sin embargo, tras años de observación y estudio dedicados a estos enigmáticos animales, se revela que este comportamiento está arraigado en tres razones fundamentales: calor, altura y atención.
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El calor emanado por un ordenador encendido proporciona un atractivo irresistible para los gatos. Con su agudo sentido del confort, estos felinos son naturalmente atraídos hacia lugares cálidos y acogedores. La superficie del ordenador ofrece una textura diferente y fascinante que los gatos encuentran sumamente placentera para sus siestas diarias.
Además del calor, la altura que proporciona un ordenador ubicado sobre un escritorio es otro factor clave que atrae a los gatos. Esta posición elevada ofrece a los felinos una perspectiva privilegiada desde la cual pueden observar su entorno con detenimiento. Desde esta atalaya improvisada, los gatos pueden mantenerse alerta ante cualquier movimiento o actividad interesante, como aves que revolotean por la ventana, manteniendo su instinto de cazador siempre activo.
Sin embargo, no se puede subestimar el deseo de atención que los gatos tienen hacia sus dueños. Cuando un humano está frente a su ordenador, especialmente si trabaja desde casa, la atención del felino se desplaza naturalmente hacia el dispositivo que capta la concentración del humano. No es de extrañar, entonces, que el gato decida colocarse estratégicamente entre la pantalla y su dueño, buscando una dosis de afecto y atención que tanto anhelan.
