Conservar y almacenar las hierbas que consumimos para las infusiones es una de las cuestiones más importantes para lograr el máximo sabor y todos los beneficios de las mismas. Pero lo cierto es que no es un elemento importante al que pongamos especial atención.

Seguro que en la despensa de tu casa tienes un apartado lleno de botes o frascos con plantas para infusión que tenías casi olvidados y que llevan años y años allí. ¿Crees que siguen conservando sus propiedades y sabor? Jordi Cebrián, periodista especializado en plantas medicinales y ecología lo aclara en el portal CuerpoMente.

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Lo cierto es que las partes blandas de una planta, sean flores u hojas, no deberían conservarse más allá de un año o año y medio, como máximo. Pasado ese límite pueden haber perdido buena parte (o el total) de su potencialidad medicinal y curativa, junto con su aroma y sabor.

A pesar de esto, hay diferencias notables entre tipos de plantas:

Hay plantas que son proclives a desarrollar moho o a pudrirse. Son aquellas que atesoran una gran reserva de agua en sus tejidos o bien, las que no han sido secadas correctamente.Otras, mantienen más tiempo sus principios activos disponibles, sobre todo los aceites esenciales, como el caso de algunas plantas aromáticas como el romero o la perpetua.

Aunque, como norma general, lo ideal es no guardar la planta más allá de 12 o 18 meses, y hasta dos años si hablamos de partes duras, como cortezas o raíces. A partir de este tiempo es recomendable renovar nuestras reservar de plantas cada cierto tiempo.

¿Cuál es el lugar ideal para guardar las plantas para infusión?

Jordi Cebrián explica que lo ideal son los espacios donde las plantas no estén expuestas al calor y a los rayos de sol, como una despensa o en el armario de la cocina, además, deben estar alejados del calor y de la humedad.

Otro truco muy útil es conservarlas en el congelador y funciona especialmente bien en algunas plantas aromáticas como la menta, la albahaca, el hipérico o el tomillo. Siempre hay que etiquetar bien los botes o frascos para evitar el descontrol.

¿Cómo se deben conservar las plantas para infusión?

Cuando hemos comprobado que la planta está totalmente seca, lo mejor es depositar la planta en un recipiente o bote, preferentemente de vidrio oscuro, pero también valen los tarros de cerámica o de loza. Esto hará que no entre luz ni humedad.

Otra forma de conservarlas es en bolsitas o cucuruchos de papel, pero lo que no es recomendable es hacerlo en botes de plástico. Además, conviene ajustar el tamaño del bote a la cantidad de la planta que vas a guardar.

 

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