El aceite de oliva contiene innumerables beneficios para nuestra salud al ser la principal fuente de grasas en la alimentación y un complemento perfecto para todo tipo de platos. Es una fuente rica de polifenoles, antioxidantes y grasas saludables, evita las enfermedades cardiovasculares y reduce el riesgo de cáncer, y estos son tan solo algunas de sus ventajas más conocidas.
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Sin embargo, entre los famosos se ha puesto de moda beber aceite de oliva en crudo, es decir, beber este ‘oro líquido’ como si de agua o un zumo de frutas se tratase. Dicen que así se adelgaza más rápido, pero descubramos si las celebrities tienen razón, o si es una nueva moda de esas que triunfan durante un tiempo, hasta que quedan desmentidas.
Si hablamos de untarse aceite de oliva en la piel, como hacen famosas del calibre de Jennifer López, es probable que algunos tipos de piel, aquellas propensas al acné o al eccema, noten ciertos problemas. Pueden agravar sus problemas y por ello los dermatólogos lo desaconsejan.
En cuanto a beber aceite de oliva, muchos creadores de contenido aseguran que tomar chupitos de aceite de oliva virgen extra mejora la digestión o elimina el acné. Sin embargo, pese a los incontables beneficios de este producto en nuestra salud, las grasas son densas en calorías y su consumo excesivo puede provocar un aumento de peso. Dos cucharadas soperas de aceite de oliva contienen 28 gramos de grasa (238 calorías) y 3,8 gramos de grasa saturada, lo que equivale al 19% de la ingesta diaria recomendada. De ahí que sea más positivo comer aceitunas, que ingerir aceite de oliva en crudo.
