El eclipse solar total del 8 de abril, que maravilló a millones de personas, también dejó una historia de película en Estados Unidos. Gracias a un vuelo especial, un fenómeno astronómico único y una idea espectacular, una pareja que se subió a un avión durante el evento celestial vivió dos grandes experiencias: los enamorados no solo hicieron “la ruta de la totalidad”, es decir, el momento en que la Luna tapa por completo al Sol, sino que también se comprometieron a miles de metros de altura.

Se trata de Neil Albstein y su novia, Michele Rosenblatt, ambos de Nueva York. Hace ya tiempo que Neil buscaba la forma de proponerle casamiento, pero no encontraba una manera que considerara perfecta. Eso fue hasta que Delta Air Lines lanzó sus dos “vuelos de ruta de la totalidad”.

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Esta oferta consistía en una experiencia inédita que la aerolínea comercial nunca antes había ofrecido: volar a lo largo de la ruta donde la Luna cubriría completamente el Sol, dejando esa parte de la Tierra a oscuras. Fueron dos vuelos que viajaron en simultáneo rumbo a Detroit, Michigan. Ambos partieron desde Texas: uno tuvo salida desde Austin y el otro desde Dallas.

En su sitio web, promocionaban la experiencia de la siguiente manera: “El eclipse de este año recorrerá Estados Unidos a 2570 kilómetros por hora, mientras que el avión se moverá a unos 770 kilómetros por hora. La trayectoria de la totalidad y los recorridos de los vuelos se unirán aproximadamente a la mitad del tiempo de vuelo planificado”. Al ver el anuncio, Albstein supo que ese era el lugar perfecto para comprometerse. Según comentó a The Detroit Free Press, pasó dos meses planeando la propuesta.

Una propuesta de casamiento única en pleno eclipse solar y a miles de metros de altura

Albstein y Rosenblatt se subieron este lunes al avión en Austin, Texas, para presenciar un eclipse solar total a más de 9000 metros de altura. Antes de abordar, Neil ya tenía en mente la propuesta. “Parecía que nunca se me ocurría algo tan especial para proponerle matrimonio y quería que fuera una experiencia única en la vida, así que me pareció perfecto combinarlo”, le dijo el hombre a la agencia de noticias Reuters.

Justo después de presenciar la totalidad, Albstein sacó el anillo. “Sabía que no iba a proponerle matrimonio antes del eclipse. Una vez que sucedió, mi atención cambió y comencé a ponerme nervioso”, recordó.

La historia tuvo final feliz. Frente a los gritos de sorpresa y los aplausos de celebración de los demás pasajeros, Michelle dijo el tan esperado “sí”. Tras la propuesta, los fotógrafos se agolparon frente a los asientos de la pareja para tomar la imagen del momento, que quedará marcado para siempre en sus vidas.

Los vuelos para ver el eclipse solar desde el cielo: problemas inesperados

La experiencia que ofrecía Delta Airlines tuvo algunos problemas. Una periodista del Atlanta Journal-Constitution que estaba en el vuelo de Dallas a Detroit contó que resultó muy difícil capturar la impresionante vista a través de las ventanillas pequeñas en un vuelo abarrotado de espectadores.

“A diferencia de lo que ocurre en tierra, el avión nunca estuvo completamente a oscuras. A medida que caía más en la sombra, la gente empezó a preguntar: ‘¿Ya lo ves?’ Y empezamos a darnos cuenta de una verdad: tal vez un avión no sea el mejor lugar para observar un eclipse. Con gafas o sin ellas, era difícil ver el eclipse”, escribió la reportera Mirtha Donastorg.

Sin embargo, eso no significó que no se pudiera disfrutar en absoluto. En su relato, la periodista aseguró que “el eclipse se sintió a veces como una puesta de sol, a veces como una tormenta inesperada que oscureció las nubes, sin la turbulencia”. El avión estuvo en la totalidad del eclipse durante unos tres minutos, según Donastorg.

 

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