En 2023, el mundo fue testigo de la inauguración del hotel Atlantis the Royal Dubái, un evento que atrajo la atención de celebridades como Kendall Jenner, Rebel Wilson y Ellen Pompeo, y finalizó con la actuación de Beyoncé. Sin embargo, más allá de las festividades, se conoció que una habitación en el hotel consolidó su posición como la oferta más lujosa y cara del mundo: la Mansión Real. Quien paga por una estadía mínima en esa habitación gasta lo mismo que quien compra un depatamento en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
Una noche en el hotel cuesta US$100.000, por lo que la Mansión Real tiene el título de la habitación de hotel más cara del mundo, superando a la Empathy Suite en Palms Casino Resort, que se reserva por US$75.000 la noche. Mientras que la compra de un departamento de un ambiente y 40 metros cuadrados en CABA sale US$95.538, según el último informe de ZonaProp.
Aunque, como en la mayoría de los hoteles, las mejores habitaciones están en los pisos más altos, en este caso no es así: está ubicada en los pisos 18 y 19. Su entrada tiene techos de doble altura que marcan el tono para este espacio de 1127 metros cuadrados, donde el mármol domina desde las paredes hasta el suelo y le dan un toque de dramatismo.
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Cómo es por dentro
La habitación del hotel fue diseñada por el estudio GA Group, y consta de cuatro dormitorios, una sala de estar, comedor, cocina, bar y área de juegos, además de una terraza de 476 metros cuadrados con una piscina infinita que ofrece vistas panorámicas al Burj Khalifa, Ain Dubái y el Golfo Pérsico.
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En la suite se hospedan jefes de estado, miembros de la realeza y superestrellas de la cultura mundial. En ella no solo se deslumbra la estética, sino también la personalización y las amenities que presenta: desde cepillos de dientes de oro hasta productos de baño Hermés, cada detalle fue seleccionado para los exclusivos clientes que buscan lo mejor en términos de lujo y privacidad.
Lo que hace que la Mansión Real sea única es su flexibilidad. Tiene capacidad para nueve adultos y cuatro niños, pero las habitaciones adyacentes pueden conectarse, creando hasta 16 habitaciones adicionales.
La privacidad y la seguridad son prioritarias, tiene un ascensor privado y una cocina exclusiva. El equipo del hotel también ofrece experiencias personalizadas, desde entrenadores privados hasta la transformación de espacios para adaptarse a las preferencias de cada uno.
