Limpiar el baño es una tarea tediosa, pero si lo hacemos con regularidad, será más fácil y rápido. La mayoría de las veces nos concentramos en los elementos más comunes, como el lavabo, el inodoro y el plato de ducha o la bañera, pero no nos acordamos de las zonas donde se acumulan sedimentos y cal.

Entre ellas están los cabezales de ducha, los grifos, los filtros y los difusores. Por eso es fundamental saber cómo limpiarlos.

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Las causas más comunes de la suciedad en duchas y grifos son la cal, el moho y la humedad. Mantener a raya a estos enemigos del baño no es difícil, pero con unos consejos sobre cómo limpiarlos evitarás la suciedad que, además de antiestética, produce atascos en las tuberías y es perjudicial para nuestra salud.

La mejor forma de mantener el baño impecable es utilizar productos ácidos, pero no demasiado.

Puedes utilizar un producto antical comercial o un limpiador casero. Mezcla una parte de vinagre con tres de agua en un recipiente en el que puedas sumergir completamente la alcachofa de la ducha, por ejemplo.

No obstante, te recomendamos que utilices vinagre blanco ligeramente ácido o un limpiador especial, ya que los productos muy ácidos pueden dañar la superficie de la alcachofa de la ducha.

¿Cómo se elimina la cal de los grifos?

Hay muchos tipos diferentes de grifos de lavabo. Sin embargo, la mayoría son fijos y no se pueden desenroscar.

Sufren los efectos de la cal y, con el tiempo, el relajante lavado al que nos hemos acostumbrado se convierte en un calvario. Lo primero que hay que hacer es coger una bolsa de plástico lo suficientemente grande como para cubrir el grifo por completo.

Llena la bolsa con la mezcla de vinagre y agua y ciérrala con una goma elástica. En lugar de vinagre, también puedes utilizar el zumo de un limón o dos cucharadas de bicarbonato de sodio. Déjala toda la noche. Retira con cuidado la bolsa y frota los agujeros con un cepillo de dientes. Aclarar y secar.

 

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