Cuando quieren saber la edad de una persona, los chinos normalmente preguntan a qué animal pertenece. Ello es porque los animales componen los ciclos anuales que componen el calendario tradicional. En la astrología oriental existen 12 signos, igual que los del zodíaco, pero su intervalo no varía con los meses sino con los años. Para conocer a qué signo corresponde, basta con buscarlo en esta tabla.

los  12 animales del horóscopo chino

Rata:    1972, 1984, 1996, 2008, 2020

Buey:    1973, 1985, 1997, 2009, 2021

Tigre:    1974, 1986, 1998, 2010, 2022

Conejo:  1975, 1987, 1999, 2011, 2023

Dragón:  1976, 1988, 2000, 2012, 2024

Serpiente:1977, 1989, 2001, 2013, 2025 

Caballo:   1978, 1990, 2002, 2014, 2026 

Cabra:   1979, 1991, 2003, 2015, 2027 

Mono:     1980, 1992, 2004, 2016, 2028 

Gallo:   1981, 1993, 2005, 2017, 2029 

Perro:   1982, 1994, 2006, 2018, 2030 

Cerdo:     1983, 1995, 2007, 2019, 2031 

Pero según la tradición china, para conocer las características de una persona no basta con saber a qué animal pertenece, sino también con qué elemento se combina: metal, madera, agua, fuego y tierra.Además, también hay que tener en cuenta que cada animal se clasifica a su vez con el ciclo binario del yin y en yang.

De este modo, los años pares corresponden con yang, mientras que los impares, yin.  Así, a cada horóscopo se le atribuye una de estas dos fuerzas. El dragón, por ejemplo, siempre será yang, mientras que la serpiente es yin. Además, los elementos se combinan con ambas fuerzas para no alterar la armonía. 

Dragón: igual de admirado que temido

Actualmente nos encontramos cerca del final del actual ciclo, que comenzó en el año 1984 y acabará en 2044. Si seguimos el calendario, en 2024 es el turno del dragón de madera. Este animal, el único mitológico de los 12 que componen el horóscopo chino, es una criatura llena de fuerza y vitalidad, aunque también tienen la mala reputación, pues se le asocia con tener un temperamento fuerte y se le atribuye la capacidad de exaltarse con suma facilidad.

Por ello, los años del dragón suelen ser igual de temidos que admirados en China. Por ejemplo, en 1976 tuvo lugar el terremoto de Tangshan, que segó la vida de más de medio millón de personas, mientras que en 1988 se produjo el devastador seísmo en Yunnan.

Pero como yin tiene su yang, las supersticiones siguen teniendo un peso importante en China, donde todavía hoy se considera que un nacimiento en el signo del dragón traerá buenos augurios para la familia. Ello explica, por ejemplo, que los años del dragón suelan traducirse en aumentos significativos en los picos de población del país.

Así, los nacidos bajo este signo son bautizados como ‘bebés dragón’. Tal es la superstición que, en 2012, último año de este horóscopo hasta la fecha, las parejas chinas planificaron el nacimiento de sus descendientes para hacerlos coincidir con tan importante año, lo que dio pie a un aumento significativo de la tasa de nacimientos registrados en ese período. 

qué espera a los nacidos bajo el signo del dragón

Pero nacer en el año del dragón no es precisamente una buena noticia desde el punto de vista del horóscopo chino, pues aquellos que celebran su cumpleaños bajo este signo, esto es, los que a partir del 10 de febrero de 2024 cumplan 12, 24, 36, 48 años o edades correspondientes a otros múltiplos de 12, no lo tendrán fácil según la leyenda china.

La lógica nos lleva a pensar que el siglo de tu año de nacimiento traerá buena suerte, pero en la cultura tradicional china es todo lo contrario. La razón es lo que se conoce como běnmìngnián 本命年, el mal augurio que se achaca a quienes su horóscopo coincida con el celebrado ese año.

Y es que los 12 signos se basaban en las divisiones del ciclo orbital de Júpiter, no en el movimiento aparente del Sol con respecto a la esfera celeste, como ocurre en el zodíaco occidental. La estrella opuesta a la órbita joviana cada año del ciclo se personifica como un general celestial, o Dios del Ciclo, que según la mitología china  ayudaba al emperador de Jade a controlar el mundo de los mortales.

Así, estos generales, llamado tàisuì 太岁, pueden sentir celos al ver que otros comparten su mismo signo, con lo que pueden tomar represalias contra ellos fàntàisuì 犯太岁. Es lógico, pues, que los más supersticiosos no solo no celebren, sino que teman, la llegada del año con su signo. Para ellos se recomienda realizar ofrendas y plegarias a los dioses ultrajados.

Para quienes no crean en los mitos milenarios, basta con celebrar el día a día, teniendo en cuenta que, al fin y al cabo, “todo pasa y todo queda”, y que, según la tradición de los antiguos chinos, nuestras vidas no son más que una minúscula parte de un eterno ciclo sexagenario que todo lo explica y que siempre vuelve a empezar. 

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