En la revisión de los retos que afrontaron los derechos humanos en el año 2023, de acuerdo con Human Rights Watch, encontramos las claves para forjar un 2024 diferente.

El año pasado se ha caracterizado por ser excepcionalmente complejo en este ámbito: no sólo presenciamos una intensificación en la represión de los derechos fundamentales y una serie de atrocidades cometidas en contextos de guerra, sino también nos enfrentamos a una actitud selectiva y crítica por parte de los gobiernos. 

Esta diplomacia transaccional tuvo repercusiones profundas, afectando negativamente los derechos de aquellos que quedaron fuera de estos acuerdos. A pesar de esta realidad desalentadora, Human Rights Watch destaca el surgimiento de destellos de esperanza que nos señalaron la posibilidad de transitar por una senda distinta y más prometedora.

Inclusión en México

México ha dado pasos importantes hacia la inclusión y el respeto a los derechos de las personas con discapacidades y mayores. Una coalición de la sociedad civil logró que el Congreso mexicano aprobara una ley que establece la plena capacidad legal y el derecho a la toma de decisiones apoyada para todas las personas mayores de 18 años. 

Esta legislación representa un avance monumental, beneficiando a millones de personas en el país. Asimismo, la Suprema Corte de México dictaminó la eliminación de las sanciones penales federales por el aborto, lo que implica que todas las instalaciones de salud federales deberán proporcionar servicios de cuidado del aborto.

Los pueblos indígenas de Brasil

En Brasil, la lucha por los derechos de los pueblos indígenas ha obtenido una victoria significativa. El Tribunal Supremo del país confirmó los derechos de todos los pueblos indígenas a sus tierras tradicionales, desafiando los esfuerzos del estado de Santa Catarina por cuestionar las reivindicaciones territoriales de los pueblos indígenas Xokleng.

Esta decisión no solo fortalece la lucha de los pueblos indígenas por preservar su modo de vida, sino que también es relevante en la lucha contra el cambio climático, ya que la demarcación de territorios indígenas ha demostrado ser una de las barreras más efectivas contra la deforestación en la Amazonía.

Reino Unido: Un faro de esperanza para los solicitantes de asilo

El Reino Unido, por su parte, ha sido escenario de una decisión judicial que reafirma el compromiso del país con los derechos humanos internacionales. El Tribunal Supremo del Reino Unido dictaminó unánimemente que Ruanda no es un tercer país seguro para enviar solicitantes de asilo, anulando un acuerdo que externalizaba y trasladaba las responsabilidades de asilo del Reino Unido a Ruanda

Esta sentencia, que destaca el deficiente historial de derechos humanos de Ruanda, incluyendo amenazas a ruandeses residentes en el Reino Unido, encontró que los solicitantes de asilo enviados a Ruanda podrían enfrentar un riesgo real de ser devueltos a sus países de origen donde podrían sufrir maltratos.

Aunque el gobierno del Reino Unido ha introducido un proyecto de ley para sortear la decisión del tribunal, este fallo destaca la importancia de salvaguardar los derechos de los solicitantes de asilo y de respetar las obligaciones internacionales y nacionales en materia de derechos humanos.

Un futuro prometedor basado en la justicia y la equidad

Estos avances en México, Brasil y Reino Unido ilustran el poder tremendo de las instituciones independientes, respetuosas de los derechos y inclusivas, así como de la sociedad civil, para desafiar a aquellos que ejercen el poder político en beneficio del interés público y forjar un camino respetuoso de los derechos. 

Todos los gobiernos, en sus relaciones bilaterales y a nivel multilateral, deberían redoblar esfuerzos para elevar las instituciones clave y proteger el espacio cívico dondequiera que esté bajo amenaza.

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