Para los fotógrafos más viajeros, cualquier punto de la costa siempre es una buena idea para ampliar el archivo fotográfico más artístico. Para que el lado más creativo fluya, en muchas ocasiones hay que tener muy interiorizada la técnica para obtener unos resultados satisfactorios.

Los datos de la toma son ISO 100; f/13; 2 seg; lente angular 16-35 mm; cámara formato completo; trípode

Es de noche y empezamos a andar por un camino estrecho de tierra que discurre por un acantilado. Es esencial llevar una linterna frontal para guiarte y tener las manos libres. El sitio lo localizamos el día anterior y llegamos al punto elegido con las primeras luces. Capturar este amanecer, más que un reto técnico, es una experiencia visual de la naturaleza.

Se utiliza un diafragma f/13, bastante cerrado, ya que nuestra intención es tener suficiente profundidad de campo, superficie enfocada en la fotografía, para que la toma general tenga un máximo de detalles y nitidez.

A su vez esto nos proporciona la necesidad de utilizar más tiempo de obturación para obtener una correcta medición de la toma, lo cual nos beneficia: al exponer durante más tiempo captamos el ambiente y dinamismo del momento, el movimiento del agua y los cambios de luces.

A esto le sumamos la utilización de varios filtros de fotografía que colocamos delante de la lente con un acople específico para ello. Un filtro polarizador para matizar brillos y reflejos, y saturar los colores del paisaje.

También colocamos un filtro degradado neutro y, al reducir la entrada de luz al sensor, tendremos que añadir aun más tiempo de exposición, lo que dará muy buenos resultados estéticos. 

Utilizamos un trípode muy robusto, que no se mueva mientras corre la brisa o el viento. Esto es estrictamente necesario para realizar este tipo de tomas con largas exposiciones: evitará que la fotografía salga movida o trepidada. 

La composición es siempre importante en la fotografía, pero es esencial en la fotografía de paisaje. En el caso de esta imagen, es una composición meditada y equilibrada en la cual los puntos de vista resaltan la belleza de la costa, los acantilados y las rocas crean unas líneas que dirigen la mirada del espectador al punto más álgido de la imagen: el horizonte y el sol dorado.

La luz suave y cálida baña la imagen, creando unas sombras sutiles y resaltando las flores amarillas que se sitúan en el primer plano. Cómo y dónde nos colocamos con el trípode es esencial: la perspectiva en oblicuo conduce la mirada al punto focal de máximo protagonismo, el amanecer.

En este tipo de fotografías es importante poder ver las diferentes tonalidades que van del cálido al frio. Así, el espectador hace un viaje sensitivo a través de la imagen.

Después de la captura de la imagen, en postproducción, simplemente realizamos unos ajustes mínimos de saturación e intensidad para realzar los colores. Además de fotografiar el amanecer dorado en la costa, con la imagen se transmite serenidad y la belleza efímera de los paisajes naturales de la costa.

Facebook Comments