Desde que Hamás lanzó su ataque sin precedentes en Gaza, el panorama bélico en la región ha experimentado una escalada significativa. El temor a una ofensiva terrestre por parte de Israel amenaza con arrastrar al grupo militante libanés Hizbulá, respaldado por Irán, desde el norte. 

Ante esta situación, Estados Unidos ha desplegado un grupo de portaaviones en la región, con otro en camino, reflejando las preocupaciones de un conflicto que se expande y busca disuadir a Irán y a otros actores involucrados.

Israel: una potencia militar respaldada por Estados Unidos

Según el Balance Militar de 2023, divulgado por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, una entidad autónoma con una trayectoria de 65 años, las fuerzas armadas de Israel cuentan con 26.000 militares profesionales y 100.000 conscriptos. Además, tienen 400.000 miembros en reserva y una brigada especializada, conocida como Sayeret Matkal. En conjunto, superan el medio millón, lo cual, para una nación con menos de 10 millones de habitantes, representa una cifra significativa.

El apoyo militar de Estados Unidos a Israel es innegable. Con una financiación anual de 3.300 millones de dólares y otros 500 millones destinados a la tecnología de defensa de misiles, Israel se posiciona como una de las naciones mejor armadas de Oriente Medio. 

 

Posee aviones de combate avanzados como el F-35 estadounidense, sistemas de defensa de misiles como el Patriot y el reconocido sistema de defensa Domo de Hierro.

Además, dispone de vehículos blindados, tanques, drones y tecnología de vanguardia para combates urbanos. El Centro de Entrenamiento de Guerra Urbana, conocido como «Mini Gaza», es testigo de la preparación intensiva de sus soldados.

Israel también cuenta con un programa nuclear no declarado. Así, a pesar de no contar con pruebas que lo confirmen, es considerado por la organización NTI como el sexto país en el mundo en haber desarrollado armas nucleares.

Hamás: tácticas de guerrilla y armamento local

Hamás ha desarrollado sus propias armas debido a las dificultades de importación, y ha incrementado su alcance de ataque con cohetes de 40 km en 2008 a 230 km en 2021. Actualmente, cuenta con una estructura militar de alrededor de 40.000 miembros, incluyendo una unidad de comando naval y especialistas en ciberseguridad. Esta capacidad es considerablemente mayor en comparación con la década de 1990, cuando contaban con menos de 10.000 combatientes.

 

La organización ha construido una red de túneles bajo Gaza que les permite movilizarse, almacenar armas y adquirir equipos del exterior. Su arsenal incluye bombas, morteros, cohetes y misiles antitanque y antiaéreos. Esta evolución en capacidades ha tenido consecuencias letales a lo largo de los años, con un aumento en las bajas israelíes en cada conflicto.

La financiación de Irán ha sido esencial para la fortaleza militar de Hamás. Según algunas fuentes, Irán ha incrementado su financiación para el ala militar del grupo militante palestino de 100 millones de dólares a 350 millones anuales. A pesar de su apoyo, no hay indicaciones de que Teherán haya dirigido o autorizado ataques específicos de Hamás.

Hizbulá: la amenaza del norte

Hizbulá, respaldado por Irán, representa una preocupación constante para Israel. Aunque su líder, Hassan Nasrallah, ha afirmado tener 100.000 combatientes, otras estimaciones sugieren que la cifra real es menor. Su arsenal consta principalmente de cohetes de artillería no guiados y, según Estados Unidos, posee aproximadamente 150.000 misiles y cohetes. Además, Hizbulá ha estado trabajando en misiles de precisión y ha lanzado drones en territorio israelí en el pasado.

Estados Unidos: un aliado estratégico

Estados Unidos ha desplegado el portaaviones USS Gerald R. Ford en el Mediterráneo oriental, listo para ofrecer apoyo aéreo a Israel si es necesario. El grupo de ataque del USS Dwight D. Eisenhower también está en camino. Debido a la respuesta aérea de Israel en Gaza, es probable que Estados Unidos deba evitar misiones aéreas desde bases en la región, optando por lanzamientos desde portaaviones.

 

Una escalada militar inexorable

El conflicto entre Israel y Hamás destaca las disparidades en capacidad militar entre ambas partes, pero también subraya la complejidad de la situación geopolítica en la región. La intervención de actores externos, como Hizbulá y Estados Unidos, añade otra capa de complejidad y hace que la resolución pacífica sea un desafío todavía más difícil para todos los implicados.

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