Cuando la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) lanza su aviso de borrasca, todos sabemos qué significa: vientos fuertes, precipitaciones abundantes e inestabilidad meteorológica. Pero, ¿sabemos qué es desde el punto de vista científico? El término borrasca se refiere a un sistema de bajas presiones de gran escala en una región de la atmósfera, según explica Mar Gómez, responsable del área de meteorología de Eltiempo.es. La experta explica que esta disminución de la presión ocurre cuando una masa de aire se desplaza (asciende) y crea un «vacío» en la atmósfera. 

Las borrascas son consideradas un tipo de ciclón extratropical, que se produce en latitudes medias y altas, entre los 30º y los 60º. Por eso, son frecuentes en España (la latitud de nuestra península es de 40º), especialmente en invierno. «Son habituales en otoño e invierno por la interacción de las masas de aire. Si hay un mecanismo precursor que permita el desarrollo de inestabilidad, se formará una borrasca», explica Gómez. 

Otro tipo de borrasca es la borrasca térmica que, por el contrario, se forma en épocas de elevada insolación, por el calentamiento de la superficie en la península. El antónimo de borrasca es anticiclón, que es un sistema de altas presiones asociado a condiciones meteorológicas estables, como sol o niebla.

Además, las borrascas se caracterizan por tener un patrón concreto: nubes dispuestas en franjas y sectores de aire con características distintas. En las primeras etapas además, se diferencian dos frentes, uno cálido y otro frío. Llamamos frente a la zona que divide dos tipos de aire. Por un lado, está el aire frío y seco, y por el otro, el aire cálido y húmedo. El frente cálido, que suele moverse lentamente, trae precipitaciones persistentes (en forma de lluvia o de nieve) y un aumento de las temperaturas tras su paso. 

«Las características que tenga la propia borrasca y la atmósfera serán claves para determinar su duración», apunta la meteoróloga de Eltiempo.es, «pueden ser más estacionarias, quedándose varios días, o pasar más rápidamente». En referencia a su intensidad, Gómez argumenta que la fuerza de una borrasca está directamente relacionada con la presión atmosférica de su centro y que «cuanto más baja sea la presión en el centro de la borrasca, más fuerte será, aunque el tamaño también puede influir». 

¿Cómo se elige el nombre de las borrascas?

Los servicios meteorológicos de España (Aemet), Francia (Météo-France), Portugal (IPMA), Bélgica (RMI) y Luxemburgo (MeteoLux) escogen de forma anticipada los nombres de las posibles borrascas de la temporada. Pero ojo, porque no todas las borrascas tienen nombre; únicamente aquellas que puedan producir un gran impacto en bienes y personas, lo que se denomina borrasca de alto impacto.

Una borrasca se nombra, con carácter general, cuando se prevean condiciones que den lugar a la emisión de avisos de viento (en el caso de AEMET, racha máxima) de nivel naranja o rojo asociados a dicha baja en alguno de los cinco países mencionados (Grupo Suroeste) y que se espere que puedan producir un gran impacto en varias zonas. Así, el primer servicio meteorológico que prevea emitir avisos de nivel naranja o rojo dará nombre a la borrasca siguiendo la lista preestablecida para la temporada. Gracias a esa lista conocimos a la borrasca Filomena y también gracias a ella, sabemos que la primera borrasca profunda de esta temporada 2023-2024 se llamará Aline

A ella le seguirán, por orden, Bernard, Celine, Domingos, Elisa, Frederico, Geraldine, Hipolito, Irene, Juan, Karlotta, Louis, Monica, Nelson, Olivia, Pierrick, Renata, Sancho, Tatiana, Vasco y Wilhelmina. «Cada nombre de la lista empieza por una letra del abecedario, estando todas representadas menos cinco (q, u, x, y, z). Además, se trata de nombres de personas porque las encuestas en Reino Unido e Irlanda demostraron que la población estaba más atenta a los avisos previstos de fenómenos meteorológicos adversos y a las recomendaciones de seguridad cuando la amenaza estaba claramente identificada y asociada al nombre de la borrasca”, expone Gómez.

La previsión sobre la actual borrasca en España

El pasado domingo 15 de octubre la Aemet lanzó su nota de aviso de un temporal atlántico con precipitaciones y vientos intensos en la Península y Baleares. En esta, el servicio de meteorología establece que, tras un episodio de temperaturas elevadas para la época, el pasado viernes se produjo un cambio de tiempo con la llegada de una masa de aire atlántica, más húmeda y fresca, que se extendió el sábado por toda la Península y Baleares. Como consecuencia predomina una atmósfera más nubosa, con precipitaciones y con una normalización de las temperaturas.

Asimismo, se espera que esta semana continúe el ambiente otoñal, con sucesivas borrascas de origen atlántico afectando a la Península y Baleares. Hoy lunes, continuan las precipitaciones en las zonas del mitad norte y en el entorno del mar Balear, donde pueden ser localmente fuertes, y a partir de la tarde, una nueva borrasca se posiciona frente a Galicia, favoreciendo una nueva inestabilización del tiempo. Durante el martes se prevé que las precipitaciones sean más intensas y generalizadas, alcanzando a casi toda la Península. El viento será el otro fenómeno destacado: se prevén rachas de viento muy fuertes en la vertiente atlántica peninsular y meseta norte. Para la segunda mitad de la semana aumenta la incertidumbre en la predicción, aunque es probable que nuevas borrascas atlánticas continúen afectando a nuestro territorio.

Facebook Comments