La mayoría de las picaduras de garrapatas son inofensivas, pero algunas pueden causar problemas de salud que van de leves a serios, e incluso algunos que siguen siendo poco conocidos, aunque muy peligrosos.

El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos ha informado de que, entre 2010 y 2022, se identificaron más de 110.000 casos sospechosos de síndrome alfa-gal (AGS). Sin embargo, debido a que el diagnóstico del AGS requiere una prueba diagnóstica positiva y un examen clínico, dado que algunas personas con AGS pueden no someterse a pruebas, se estima que hasta 450.000 personas podrían haber sido afectadas por el AGS en los Estados Unidos. 

El síndrome alfa-gal es un problema de salud pública emergente importante, con impactos potencialmente graves en la salud que pueden durar toda la vida para algunos pacientes.

GARRAPATA ESTRELLA SOLITARIA

El alfa-gal es un azúcar que se encuentra en la carne de mamíferos (cerdo, ternera, conejo, cordero, venado, etc.) y en productos derivados de mamíferos (por ejemplo, gelatina, leche de vaca, productos lácteos, algunos medicamentos). El AGS es una seria condición alérgica que algunas personas experimentan después de consumir alimentos o productos que contienen alfa-gal

Cada vez hay más pruebas que sugieren que el AGS está principalmente asociado con la picadura de la garrapata estrella solitaria (Amblyomma americanum) en los Estados Unidos, pero no se descartan otros tipos de garrapatas. Se identificaron más personas que dieron positivo en las localidades del sur, medio oeste y regiones del medio Atlántico de los Estados Unidos.

La garrapata estrella solitaria se localiza principalmente en las regiones sudeste y este de Estados Unidos, y también es responsable de transmitir la erliquiosis, la enfermedad del virus Heartland, la enfermedad eruptiva asociada a la garrapata del sur, la enfermedad del virus de Bourbon y la tularemia. 

Fuera de Estados Unidos, se han reportado casos en España, Francia, Italia, Suecia, Japón y Australia, por lo que el síndrome se está convirtiendo en un problema global con una prevalencia creciente en todos los continentes, según ha dicho la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición.

En otros continentes se han asociado al síndrome alfa-gal otras especies de garrapatas como Ixodes ricinus en Europa e Ixodes holocyclus en Australia.

SÍNTOMAS DEL SÍNDROME ALFA-GAL

Las personas que padecen de AGS pueden experimentar una amplia gama de síntomas, incluyendo urticaria o erupción cutánea con picazón; náuseas o vómitos; acidez o indigestión; diarrea; tos; dificultad para respirar; caída de la presión arterial; hinchazón de los labios, garganta, lengua o párpados; mareos o desmayos, o dolor abdominal severo. 

Los síntomas comúnmente aparecen de 2 a 6 horas después de comer alimentos u otra exposición a productos que contienen alfa-gal (por ejemplo, medicamentos recubiertos con gelatina). 

Es importante que las personas que creen que pueden sufrir de AGS consulten a su proveedor de atención médica o a un alergólogo, proporcionen un historial detallado de los síntomas, y se sometan a un examen físico y a un análisis de sangre que busque anticuerpos específicos (proteínas producidas por su sistema inmunológico) para el alfa-gal.

POCO CONOCIMIENTO ENTRE LOS PROFESIONALES DE LA SALUD

Los estudios muestran que muchos profesionales de la salud en los Estados Unidos no están familiarizados con esta emergente y potencialmente mortal alergia, también conocida como la alergia a la carne roja o la alergia a la carne por picadura de garrapata. Además, entre aquellos que tienen conocimiento del AGS, el entendimiento sobre el diagnóstico y el tratamiento es bajo.

En un estudio en el que participaron 1.500 médicos de familia, internistas, pediatras, enfermeros y asistentes médicos de todo el país, los resultados mostraron que casi la mitad de los encuestados no había oído hablar del AGS

Aproximadamente un tercio informó que no se sentía ‘muy seguro’ de su capacidad para diagnosticar o tratar pacientes con AGS, y solo el cinco por ciento se sintió ‘muy seguro’ de su capacidad. 

En otro estudio, investigadores del CDC examinaron los resultados de pruebas de 2017 a 2022 de un laboratorio que, hasta agosto de 2021, era el principal laboratorio comercial que ofrecía pruebas en los Estados Unidos. Más de 300.000 muestras fueron enviadas por profesionales de la salud en representación de pacientes con presunta sospecha clínica de AGS, y más del 30 por ciento fueron positivas.

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