En las Islas Canarias, las oquedades formadas por el colapso del techo de los tubos volcánicos reciben el nombre guanche de «jameos«. Estas formaciones geológicas se encuentran en varias islas del archipiélago, pero algunos de los jameos más emblemáticos, conocidos como Jameos del Agua, se encuentran al noreste de la isla volcánica de Lanzarote.

Estas cavernas, que en la actualidad se erigen como una de las reclamos turísticos primordiales de la isla, sobresalen por su deslumbrante hermosura y la presencia de un fondo acuático, alimentado por las filtraciones subterráneas del agua del mar.

Sin embargo, los jameos no solo son un escenario impresionante desde el punto de vista arquitectónico y natural, sino que también albergan un ecosistema único y son el hogar de una especie emblemática de la isla: los «jameitos«. Estos diminutos cangrejos blancos, ciegos y adaptados a la vida cavernícola -Munidopsis polymorpha- son endémicos de Lanzarote y solo habitan en los Jameos del Agua, lo que los convierte en una especie en grave peligro de extinción.

En esta imagen nocturna del fotógrafo local, Juan Méndez Quesada, publicada con anterioridad por la Agencia Espacial Europea, podemos apreciar la figura forjada en hierro del jameito, inmortalizada por el pintor y escultor César Manrique, celebridad artística de las islas cuyo trabajo siempre buscó la armonía entre el arte y la naturaleza.

El movimiento de los destellos de las estrellas sobre la noche oscura capturados por Méndez al fondo de la imagen, se asemeja al blanco de los cangrejos resaltando en la oscuridad de la cueva. En ambos casos, existe un contraste llamativo entre la luminosidad y el entorno oscuro que los rodea.

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