Los mares y los océanos son responsables de generar al menos la mitad del oxígeno de la Tierra, además de ser hogar de la mayoría de la biodiversidad del planeta y proporcionar la principal fuente de proteínas para más de mil millones de personas en todo el mundo. Por si fuera poco, son reguladores del clima, ya que el océano absorbe cerca de un 25% del dióxido de carbono que genera la actividad humana.

Por esa razón, nació el Día Mundial de los Océanos, que se celebra cada año el 8 de junio. Un evento global establecido por las Naciones Unidas en 2008 para honrar, ayudar a proteger y conservar el mundo de agua que cubre alrededor del 70% de la Tierra.

LOS MAYORES DESAFÍOS DE LOS OCÉANOS

Los océanos de la Tierra enfrentan una serie de desafíos medioambientales significativos, entre los que se encuentran el calentamiento global (absorben gran parte del calor adicional generado por las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que aumenta la temperatura del agua y puede tener graves efectos en los ecosistemas marinos) o la acidificación (la absorción de dióxido de carbono por parte de los océanos está haciendo que el agua sea más ácida, lo cual puede ser perjudicial para muchas especies marinas, especialmente las que dependen de la calcificación, como los corales y moluscos).

También, debido a la sobreexplotación pesquera, muchas especies de peces están siendo capturadas a un ritmo que supera su capacidad de reproducción, lo que amenaza la sostenibilidad a largo plazo de estas pesquerías y los ecosistemas que dependen de ellas.

Otras actividades humanas, como la minería submarina y la construcción costera, están degradando o destruyendo hábitats marinos críticos, como los arrecifes de coral y las praderas marinas.

Con todo, uno de los mayores desafíos a los que nos enfrentamos como civilización es la contaminación que generamos.

INICIATIVAS CONTRA LA CONTAMINACIÓN

A nivel mundial, hay muchas iniciativas y proyectos que están trabajando para proteger los mares y océanos de la contaminación. Es el caso, por ejemplo, de The Ocean Cleanup, una fundación que desarrolla tecnología para extraer residuos plásticos y evitar que sigan entrando en las aguas del océano.

Otro ejemplo es 4Ocean, una empresa que se dedica a la eliminación de residuos plásticos de los océanos y costas. Por cada producto que venden, prometen eliminar un kilogramo de basura del océano.

En España, es particularmente activo el proyecto Mares Circulares, un ambicioso proyecto que tuvo su inicio en 2018 gracias al apoyo de The Coca Cola Foundation (Atlanta) y Coca Cola Europacific Partners Iberia y el trabajo de Asociación Chelonia, Fundación Ecomar, Liga para a Protecção da Natureza y Asociación Vertidos Cero, junto a más de 600 entidades públicas y privadas colaborando en los distintos escenarios costeros.

El objetivo de Mares Circulares, que cuenta con la colaboración del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, es triple: limpiar costas, espacios protegidos y fondos marinos de España y Portugal; fomentar el reciclaje, e impulsar la economía circular. Desde que se inició el proyecto, se han recogido más de 1,5 toneladas de residuos y 14,4 toneladas de PET junto a más de 1.100 colaboradores en 297 playas y entornos acuáticos.

Además, se ha apostado por soluciones innovadoras para la reutilización de los residuos recuperados, premiando a 14 estudios científicos y los respectivos proyectos de seis start-ups. 

Estudios como «Robótica para la monitorización y reducción de microrresiduos: aliando academia, empresas y escuelas», de Patricia Pinto, y «Productos de valorización de residuos de la industria pesquera de las Azores», liderado por Nádia Castanho. O proyectos como «Ecoballution: del mar a las canchas», encabezado por Carlos Martínez Pardo, exjugador de equipos de la ACB como el Baskonia, aspira a fusionar los valores inherentes al deporte con la creación de un impacto positivo en el planeta a través de la economía circular. En este sentido, en colaboración con las redeiras gallegas, expertas en la creación, reparación y mantenimiento de equipos de pesca, el proyecto transforma de forma artesanal las redes de pesca retiradas del mar en redes para canchas de baloncesto y porterías de fútbol.

EL PROBLEMA DEL PLÁSTICO

Cada segundo, se estima que 200 kg de plásticos terminan en el mar, según Greenpeace, y la mayoría de estos desechos acaban en los lechos marinos (el 70% desciende hasta el fondo marino y el 15% permanece flotando), lo que añade un desafío técnico para su recolección. En este escenario, resulta crucial utilizar la presencia de los barcos de pesca que operan en estas aguas para recoger los residuos. El sector pesquero ha reconocido que se encuentra en una posición única para formar parte de la solución a este problema.

Así, gracias a una tecnología puntera, se han podido fabricar bancos de plástico 100% reciclado con entre un 30% y un 50% de plástico no PET (bolsas, film, redes…) recolectado por más de 500 pescadores de un centenar de barcos que participan desinteresadamente en el proyecto. Por ello, quince puertos distintos de las costas españolas mostraron un ejemplar de estos bancos, cuyo diseño rememora las olas del mar. Una exposición que señala la gratitud hacia los pescadores por su contribución durante la implementación del programa.

En conclusión, pues, muchos de estos esfuerzos se centran en la prevención de la contaminación, la limpieza de la contaminación existente, la protección de la vida marina y la promoción de políticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Al fin y al cabo, la Tierra es un planeta de agua. Y nuestra supervivencia depende de cuidarla y protegerla.

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