El partido del Santiago Bernabéu de este domingo pareció confirmar que el 0-4 de la pasada campaña fue más un accidente que otra cosa: el Real Madrid volvió a ganar al Barça, algo que ha ocurrido en seis de las últimas siete veces en las que se han enfrentado.

La goleada del pasado mes de marzo parecía apuntar a una recuperación del conjunto azulgrana. Un resultado contundente en un encuentro en el que en realidad no había nada en juego. Si su mejor jugador del año pasado, Karim Benzema, Carlo Ancelotti apostó por Luka Modric de ‘falso nueve’ y todo fue un desastre para los madridistas. Sin embargo, el título de Liga no peligraba y los blancos acabaron cantando el alirón algo más de un mes más tarde. La realidad es que, más allá de lo que pasó en el campo –una superioridad aplastante del Barça–, los blancos ni salieron al 100% ni tenían la mente en el partido, con la Champions League como objetivo prioritario ya por entonces.

El Real Madrid no solo ganó el choque de este domingo, sino que también dejó una sensación de superioridad en el campo evidente, y eso es una tendencia repasando los anteriores partidos entre ambos conjuntos. Desde la salida de Ernesto Valverde, en enero de 2020, se han disputado siete Clásicos, con seis victorias madridistas.

Ni Quique Setién ni Ronald Koeman fueron capaces de sacar un solo buen resultado ante el eterno rival. El cántabro perdió su único Clásico por 2-0 en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid de Zidane, un partido que se jugó apenas unos días antes de que la pandemia de coronavirus explotar en España (el 2 de marzo de 2020).

Su sucesor, Koeman, vivió tres partidos ante el Real Madrid dirigiendo al Barcelona, todos con el mismo resultado: la derrota. El primero acabó 1-3 en el Camp Nou (enfrente seguía Zidane), el segundo fue un 2-1 en el Santiago Bernabéu y el tercero acabó 1-2, ya en la temporada 2021-22 y con Carlo Ancelotti en el banquillo blanco.

Xavi se hizo cargo de la nave blaugrana en noviembre de 2021, y vivió su primer choque ante el eterno rival en enero del año siguiente, en las semifinales de la Supercopa. En un choque muy igualado y que pudo caer de cualquiera de los dos lados, el Real Madrid se impuso por 3-2 en la prórroga y levantó el título en Arabia Saudí posteriormente tras ganar en la final al Athletic Club.

El proyecto de Xavi Hernández se ha quedado tocado no solo por el resultado, sino por la imagen de un Barça con demasiados errores tácticos. Eso sí, su balance en los Clásicos no es del todo malo: habrá que ver si en el duelo del mes de marzo la tendencia continúa o sufre un vuelco.

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