Carlos Alcaraz ha dejado de ser la esperada promesa del tenis español para convertirse en uno de los mayores candidatos a hacerse con el número 1 del ránking ATP, hito que puede conquistar si alcanza la final este domingo. Esta proeza no sería posible, sin embargo, sin la guía de quien ya ha estado en su tesitura antes, su entrenador y amigo Juan Carlos Ferrero.
El extenista de Ontiyent vio algo diferente en el pequeño murciano (15 años tenía Alcaraz entonces) cuando comenzó a liderar su equipo de trabajo, y desde entonces ha recorrido junto a él un camino en el que están a punto de llegar a la cima. Desde el circuito Challenger hasta el número uno, así lo hizo él, y así se lo está enseñando a su pupilo, eso sí, a marchas forzadas, porque la velocidad a la que el murciano quema etapas es mayor que la suya en su época de jugador.
Juan Carlos (42 años), debutó en un torneo ATP en Casablanca en 1999, y comenzó un ascenso progresivo con el que se consolidó en la cabeza del circuito en el año 2003, permaneciendo 8 semanas en el primer puesto de la tabla. Lo cierto es que su reinado fue breve, pero suficiente para encontrar la receta del éxito y esperar a que apareciera el elegido para compartirla con él.
La carrera de Ferrero terminó en el año 2012 (con 32 años), retirándose ante su afición tras caer ante Nicolás Almagro en el Torneo de Valencia de 2012. 14 años de profesión en los que cosechó 16 títulos individuales, entre ellos un Roland Garros y tres títulos de Copa Davis. Después, siguió vinculado al mundo del tenis en el apartado de la formación, con su propia academia (Equelite JC Ferrero Sport Academy), donde encontró al elegido: Carlos Alcaraz Garfia.
