La euforia de Jordi Alba , desatado tras marcar el gol del empate ante Suiza, parece plenamente justificada. El lateral lanzaba el puño contra la grada y chocaba pecho contra pecho con Gavi y Asensio, el autor de la asistencia, mientras soltaba un grito de alivio. El tanto acabó por no servir a España , pero sí a un jugador que no atraviesa por su mejor momento y que ha encontrado en la selección la alegría necesaria para sobrellevar su situación en el Barça. Alba es uno más de ese numeroso grupo de internacionales españoles que no están gozando de demasiadas oportunidades en sus clubes esta temporada. En el caso particular del de Hospitalet, su contador de minutos con la camiseta azulgrana está detenido desde el pasado 7 de septiembre en 216. Ha sido suplente en los tres últimos compromisos del equipo de Xavi Hernández (Bayern, Cádiz y Elche), y pasa por ser, a día de hoy, el tercer lateral izquierdo por detrás de Marcos Alonso y Álex Balde. En cambio, su labor en la selección sigue resultando fundamental para Luis Enrique, que tiene entre sus virtudes la de volcarse con aquellos jugadores que necesitan cariño extra. Lo demostró en la pasada Eurocopa, cuando actuó de escudo de Álvaro Morata cuando más arreciaban las críticas hacia el delantero; y lo vuelve a demostrar ahora, otorgando su confianza a varios hombres que por méritos deportivos tal vez no estarían en la selección. Lo hace, como siempre dice, porque para él pesa más el rendimiento que le han brindado en el pasado que su condición presente. Más allá del resultado de Zaragoza, lo bueno para el técnico asturiano es que fueron sus apuestas por Asensio y Jordi Alba lo único medio salvable de la mala tarde de España. MÁS INFORMACIÓN noticia Si Un fútbol eólico noticia Si Del andamio al walkie-talkie: las extravagancias de Luis Enrique en los entrenamientos Con la de La Romareda ya son 86 tardes de Jordi Alba con la camiseta de España. Es el segundo más veterano tras Sergio Busquets y el único, junto a su compañero azulgrana, que ha podido levantar un título con la camiseta de la selección. El lateral entró en la rueda del equipo en los meses anteriores a la Eurocopa 2012. En los últimos años ha acudido a Las Rozas de forma intermitente. En la primera etapa de Luis Enrique se perdió las dos primeras convocatorias. Se achacó a la mala relación que arrastraban de la etapa como entrenador del Barça del asturiano. Finalmente su rendimiento acabó devolviéndole al equipo nacional, aunque no de forma fija. Cuando menos se le discutía en su equipo, más se dudaba de él en la selección. Hoy es justo al contrario. «Agradezco que el míster que siga confiando en mí, solo me queda demostrarlo en el campo», decía el lateral después del partido ante Suiza. A dos meses de la cita mundialista Alba parte en la ‘pole’ para ser uno de los dos ocupantes del carril izquierdo en la lista definitiva. Pero la situación tan particular de todos los candidatos echa por tierra cualquier análisis. Gayà , teórico titular mañana ante Portugal, acaba de regresar tras cumplir una sanción de cuatro partidos, Marcos Alons o tampoco es indiscutible, y el desempeño de Reguilón en el Atlético es una absoluta incógnita. Eso, sin contar con que Luis Enrique aún no mira a hombres como Cucurella, Grimaldo o Angeliño. Mucha tela que cortar aún.

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