La movilidad sostenible es uno de los principales retos de la transición energética. Sin embargo, cambiar los hábitos de transporte, en muchas ocasiones requiere cambiar totalmente de mentalidad. Y eso sí que no es sencillo.

Precisamente el debate sobre la movilidad sostenible ha llegado hasta un ámbito que hasta el momento estaba alejado de este tipo de debates, el fútbol.

Con motivo del partido entre el PSG y el Nantes, el director de TGV, el servicio de trenes de alta velocidad francesa, Alain Krakovitch, invitó al equipo parisino a usar el ferrocarril, el cual es mucho menos contaminante que los aviones. Exactamente dijo: “París-Nantes está a menos de 2 horas en tren de alta velocidad, reitero nuestra propuesta de TGV adaptado a vuestras necesidades específicas, por nuestros intereses comunes: seguridad, velocidad, servicios y eco movilidad”. En la rueda de prensa previa a su debut en la Liga de Campeones, un periodista preguntó a Kylian Mbappé y Christophe Galtier (jugador y entrenador del equipo francés respectivamente) sobre el reciente viaje del equipo en avión a la ciudad de Nantes y por qué no lo habían hecho en tren, teniendo en cuenta que solo la separan unos 341 kilómetros de distancia. Mbappé y Galtier reaccionaron a la pregunta con una sonada carcajada y el entrenador acabó respondiendo irónicamente que estudiarían viajar en un “carro a vela”.

Les preguntan si se plantean viajar en tren para evitar el avión privado. Ya sabemos que la clase trabajadora será a quien se le exija esfuerzos contra el cambio climático, pero que estos millonarios tengan la desfachatez de descojonarse, es de tener muy poca vergüenza. pic.twitter.com/cN8vM5U91K

— PabloMM (@pablom_m) September 5, 2022

Los famosos, un ejemplo a seguir

Esta anécdota causó un enorme revuelo en los medios de comunicación y las redes sociales, y no faltaron las críticas hacia ciertas estrellas del deporte las cuales, para muchas personas, deberían dar ejemplo al resto de la sociedad. Y es que la elección de uno u otro medio de transporte puede tener efectos más que considerables en las emisiones de gases de efecto invernadero.

“La aviación ha sido tradicionalmente uno de los sectores donde las emisiones de gases de efecto invernadero han crecido más rápidamente, y aunque Mbappé y Galtier no lo sepan o no les importe, la UE está asumiendo escenarios de futuro que implican una reducción obligatoria de las emisiones de la aviación en Europa”, señala Xavier Rodó, profesor de investigación ICREA y responsable del programa Clima y Salud de ISGlobal a SMC.

“En esta situación de emergencia climática en la que estamos es una absoluta irresponsabilidad que personas con visibilidad pública y a las que los medios de comunicación prestan mucha atención, como son futbolistas y entrenadores, trivialicen la gravedad de la situación relacionada con el cambio climático”, sentencia Fernando Valladares, doctor en Biología, investigador del CSIC y profesor asociado en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, quien afirma asimismo que “Para nada caben la ironía y la broma. Lo de que la próxima vez irán “en un carro a vela” es realmente una falta de respeto, además de una profunda irresponsabilidad”.

Medios de transporte más y menos contaminantes

La pregunta entonces es, ¿cuál es el medio de transporte más contaminante? ¿Qué es preferible en términos ecológicos, el tren, el avión o automóvil? La respuesta no es sencilla, pues no todos los coches, los trenes y los aviones son iguales ni transportan la misma cantidad de personas. Es decir, la respuesta dependerá del contexto, aunque, entre las tres opciones, el tren es claramente la opción ganadora en cuanto a emisiones netas.

Pasar del avión al tren puede desempeñar un papel clave en las emisiones de gases de efecto invernadero.

Así lo contempla, por ejemplo, el último informe sobre transporte y medio ambiente de la Agencia de Medio Ambiente Europea en el que se evalúa el valor de los viajes entre y en avión en el contexto del Pacto Verde Europeo. Su conclusión es tajante: pasar del avión al tren puede desempeñar un papel clave en las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas del transporte.

El tren, el medio de transporte menos contaminante

Según datos de la Unión Europea, en 2018 el transporte representó el 25 % de las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE. La mayoría de estas proceden del transporte por carretera (72 %), mientras que el transporte marítimo y la aviación representan el 14 % y el 13 % de las emisiones, respectivamente. El ferrocarril, por último supone solo un 0,4 % de todas las emisiones. Estos cálculos no solo incluyen las emisiones directas y la contaminación atmosférica, sino que también contemplan las generadas durante los procesos de producción, transmisión y distribución de energía utilizada por los trenes y las aeronaves.

La transición energética obliga a fomentar el transporte por tren y vías navegables y a mejorar la eficiencia relativa a los gases de efecto invernadero en todos los medios de transporte motorizados.  

¿Coche o avión?

Si bien el tren cuenta con una gran ventaja medioambiental, la elección entre automóvil o avión puede ser algo más compleja, pues dependerá básicamente del número de viajeros en cada medio de transporte. En principio, las emisiones de la aviación tienen unos efectos mucho mayores en términos de pasajeros-kilómetro. Sin embargo, en el informe queda reflejado que volar no es necesariamente la elección más perjudicial; viajar con un coche de gasolina o diésel, especialmente si se desplaza solo una persona, puede resultar más nocivo en términos medioambientales.

Además, en el citado informe, realizado a partir de una comparación de 20 ciudades europeas, se puntualiza que los costes medioambientales del transporte aéreo tienen una ventaja, pues aumentan menos en la larga distancia, pues el aumento de las emisiones asociadas al aterrizaje y el despegue no varían en función de la distancia en un vuelo directo.

En otro estudio de la EAMA publicado recientemente llegaba a conclusiones similares: Tanto el ferrocarril como el transporte marítimo son las opciones más ecológicas, mientras que las del transporte aéreo y por carretera son las más contaminantes. El estudio concluye que se debería fomentar la transición hacia el transporte por ferrocarril y por vías navegables y, al mismo tiempo, mejorar la eficiencia relativa a los gases de efecto invernadero de todos los modos de transporte motorizados.

En conclusión, el tren es el modo de transporte de viajeros y de mercancías más eficiente en términos de consumo de energía y de emisiones de CO2. Si tenemos que decantarnos por el tren o el avión, elijamos siempre el tren. Si la alternativa al transporte aéreo es el coche, dependerá de los kilómetros que recorramos y del número de pasajeros. En cualquier caso, la transición hacia una movilidad más sostenible requerirá un esfuerzo por parte de todos, especialmente de la población que más contamina.

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