Retengan estas tres fechas: 1800, 1975 y 2030. Marcan el inicio del problema, su identificación y su posible solución.

En la actualidad somos 1.200 millones de jóvenes en el plancta (personas de entre 15 y 24 años según Naciones Unidas). Para 2030, fecha limite para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se estima que habrá casi 1.300 millones de jóvenes y tenemos la presión de ser los que pagaremos el precio de las actuaciones inconscientes de nuestro día a día.

Han pasado 47 años desde que el profesor de Columbia University, Wallace S. Broecker, alertara al mundo con un novedoso concepto, el «cambio climático», en un artículo publicado en Science. En 1975 predijo una etapa de calentamiento de la Tierra por culpa del CO2 producido por el hombre. Actualmente, «cambio climático» es un concepto planetario que marca las agendas políticas e industriales, y uno de los principales problemas del siglo XXI.

El IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change), vinculado a la ONU, dejó claro que la Revolución Industrial aceleró el cambio climático, en su informe de 2014. Entre 1820 y 1340 el uso de combustibles fósiles que incrementan las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI’s) se generalizó. El clima siempre ha sufrido de cambios, pero de una manera lenta (miles o millones de años). Según James Dyke (Universidad de Exeter), estamos alcanzando unos niveles de CO2 en la atmósfera no vistos en más de 2 millones de años. FI IPCC advierte que a partir de 2050, cuando la ONU estima que la población mundial aumentará en 2.000 millones, se empezarán a ver consecuencias de mayor calibre. La influencia humana en el sistema climático global es clara.

En torno al año 1.800, los humanos duplicábamos la población cada 300 años, pero en 1975 esa duplicación se dio tras solo 47 años. Todos consumimos y contaminamos recursos, pero aunque los gases de efecto invernadero se generan en todo el mundo, lo producen en mayor cantidad países industrializados como Estados Unidos y China. Usando datos del Worldwatch Institute, el matemático Andrew Hwang cree que un nivel de vida estadounidense solo seria posible para una quinta parte de la población actual, unos 1.500 millones de personas, citra similar al número de jóvenes que ya vivimos en el planeta.

Por esto, los jóvenes no podemos esperar. Wallace S. Broecker dijo: «el tiempo es esencial, y por ello no debemos dejar que pasen las dos o tres próximas décadas haciendo tan poco como hemos hecho en las últimas dos o tres». Debemos ser activos, no «solo» activistas; ir mas allá y formarnos; coger un microscopio y ver el peligro de lo que no se ve a través de programas educativos y experienciales como «Mares y Plásticos» de la fundación AIPC Pandora. Y, más allá de buscar soluciones grandilocuentes, trabajar en mejorar nuestro entorno siendo lideres del cambio, pero lideres del día a día, lideres de cercanía.

Facebook Comments