En un verano con poquísimos fichajes en LaLiga y muy poco gasto, el FC Barcelona se ha convertido en el gran animador del mercado en España, algo que no deja de ser sorprendente ante las deficitarias cuentas del club y la enorme deuda, cifrada en 1300 millones de euros por Joan Laporta, además de un patrimonio neto negativo de 451, según las cuentas presentadas por la entidad.

Pese a ello, y a que el Fair Play Financiero de LaLiga le impide ahora mismo inscribir a las nuevas incorporaciones, la actividad del Barça no para. La renovación de Ousmane Démbélé, aunque a la baja, será considerada como un fichaje, algo que le costará al club azulgrana unos 10 millones de euros fijos más variables. La llegada de Raphinha es ya un hecho, tras imponerse en la pugna a clubes con más músculo financiero como Chelsea o Arsenal, una operación que le costará a la entidad culé 67 millones más otros siete en fichajes.

Además, el Barça le ha hecho una oferta al Bayern por Robert Lewandowski de 40 millones de euros, que de momento el club bávaro no ha aceptado. En el club azulgrana saben que la operación será algo más cara… y están dispuestos a elevar la cantidad para hacerse con el delantero polaco, de 34 años.

Por último, el club presidido por Joan Laporta tratará de fichar a Jules Koundé. 35 millones más algún jugador (se habla de Memphis Depay) será la oferta inicial, que muy probablemente tendrá que ser aumentada para conseguir que el Sevilla, que quiere mucho más dinero, acceda.

Mientras, en el capítulo de salidas, solo Trincao ha dejado algo por el momento, 10 millones de euros (al Sporting Club de Portugal). El Barça quiere vender a Frenkie de Jong al Manchester United, en una operación que podría dejar 80 ‘kilos’, pero el neerlandés se niega a salir, al menos por el momento.

Joan Laporta desveló que el club tiene una deuda de más de 1300 millones de euros y el club presentó en sus cuentas un patrimonio neto negativo de 451 tras la temporada 2020/21. A ello hay que sumar que en las cuentas de la campaña 21/22 la deuda iba a aumentar en más de 150 millones. Para que no fuera así, el Barça aprobó la primera de las conocidas como palancas, que le aportó 267 millones de euros (207 aportados por Sixth Street, 60 por el propio club). Pero a cambio, la entidad blaugrana cedió el 10% de los derechos televisivos de LaLiga para los próximos 25 años. Es decir, menos ingresos a futuro.

Dado que la gran mayoría del dinero de esa primera palanca se empleó en acabar con la deuda acumulada de la pasada temporada, para fichar jugadores -y sobre todo inscribirlos en LaLiga-, Joan Laporta tiene ahora que activa la segunda palanca, algo que ya aprobaron los socios compromisarios el pasado mes de junio. Para ello, tiene que vender otro 15% más de esos derechos televisivos ligueros, en una operación que se espera que deje en las arcas azulgranas unos 300 millones de euros más. De nuevo, perdiendo ingresos futuros. Será ese el dinero que se usará para fichar -e inscribir- a los Raphinha, Dembélé y, quizás, Lewandowski y Koundé.

En el caso de la venta del 49% de BLM y Barça Studios (el merchandising), no hay tanta prisa, el club prefiere valorar bien todas las ofertas y no necesita que sea durante este verano.

Así, Joan Laporta ha apostado por vender ingresos futuros para reforzar al equipo ahora. Una apuesta arriesgada que habrá que ver si el club acaba pagando caro (nunca mejor dicho) o le sale bien. A corto plazo, hay menos dudas: el Barça está formando un equipo que será candidato a luchar por todos los títulos.

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