Están siendo semanas muy complicadas para Gerard Piqué. Inmerso en un proceso de separación con su mujer, la cantante Shakira, su futuro deportivo también está en el aire después de que Xavi Hernández le comunicara, hace dos semanas, que ya no es un jugador prioritario para él en el proyecto que prepara para la próxima temporada del FC Barcelona.

El técnico azulgrana y el futbolista se reunieron en privado y Xavi le trasladó a Piqué, según informó Mundo Deportivo, que no le ve como titular la campaña que viene. Las razones del de Terrasa son varias: a su edad (35), se unen su propensión a las lesiones en los últimos años, su elevado salario y sus ‘distracciones’ fuera del terreno de juego.

El rendimiento deportivo de Piqué ha sido muy bueno en la campaña recién finalizada. Su buena salida de balón y su seguridad y colocación han sido muy importantes para el Barça, y, cuando ha faltado, se ha notado. Dos lesiones en el aductor le hicieron perderse seis de los últimos nueve partidos de Liga y jugar varios de ellos tocado. Xavi cree que necesita un defensa físicamente a tope para una temporada que se presenta de lo más exigente.

Su alto salario es otro problema para el club. Pese a que el jugador colgara el pasado mes de abril su última nómina (algo más de 2,3 millones de euros, que correspondía teóricamente al 50% de su salario), el jugador gana mucho más que esos 4,6 ‘kilos’ netos anuales. Cuando Piqué renovó su contrato en octubre de 2020, todavía con Josep María Bartomeu, difirió parte de su sueldo, que incluía una prima de fidelidad para junio de 2024 (cuando el contrato vence) millonaria. Entre la suya y la de Jordi Alba, alcanzaría los 43 millones de euros, según la propia memoria económica del club (que no incluye, obviamente, nombres de jugadores).

«Voy a ayudar en todo lo que pueda», le dijo Piqué a Xavi en la reunión, según informó el diario Marca. La intención del defensa catalán es quedarse la próxima temporada y está dispuesto a una rebaja salarial para que así sea. Ahora habrá que ver si eso es suficiente tanto para el técnico como para Joan Laporta, que sigue tratando de cuadrar cuentas para poder fichar a los jugadores que le ha pedido el técnico.

Por último, están esas ‘distracciones’ fuera del terreno de juego. Piqué es un futbolista atípico, de los que no se limita solamente a practicar su deporte. Sus negocios le absorben como presidente de la empresa Kosmos, que entre otras cosas organiza la Copa Davis… e intermedia en la Supercopa de España de Arabia Saudí.

Y precisamente ir de escándalo en escándalo es algo que no gusta a Xavi. Tras uno de los últimos partidos de Liga, ‘Geri’ tuvo que dar una rueda de prensa –en su casa y a través de Twitch– para dar explicaciones por esa intermediación entre la Federación y Arabia, por la que su empresa se embolsó 24 millones de euros, y su relación con el presidente de la Federación Española, Luis Rubiales.

Y en la última semana, su nombre está constantemente en la prensa del corazón. Tras varios rumores sobre unas posibles infidelidades del jugador a su mujer Shakira, con la que lleva casado casi 12 años y tiene dos hijos, el pasado sábado 4 ambos emitieron un comunicado conjunto en el que anunciaron que se estaban separando.

Desde entonces, Piqué se ha vuelto envuelto en un sinfín de rumores: desde fiestas en conocidas discotecas de Barcelona con algunos compañeros (Riqui Puig, sobre todo) hasta presuntas –y numerosas– infidelidades a su mujer.

Cierto o no, lo único que parece claro es que Xavi no quiere eso para el entorno de su Barça. El futuro de Piqué es por ahora una incógnita, con muchos asuntos todavía por resolver.

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