Fernando Alonso está muy cerca de renovar con Alpine. Lo que parecía un camino muy estrecho que estaba cerca de acabar en barranco se ha convertido en una autopista de cuatro carriles que va a conducir a su continuidad en la Fórmula 1.

El anuncio es cuestión de días, incluso este mismo fin de semana. Las circunstancias han hecho que el acuerdo entre Alonso y Alpine sea prácticamente un hecho, y medios de la talla de Motorsport.com ya dan por hecho que se firmará en breve. Aunque tenía alternativas, la primera idea de Alonso era seguir en el Gran Circo, al menos, dos años.

Una de las consecuencias directas que tendrá esto es, irónicamente, que acabará con la carrera de un piloto que, por suerte o por desgracia, ha tenido su asiento garantizado en la competición durante los últimos años.

La aportación económica de Nicholas Latifi era el principal argumento (casi el único) para que Williams le mantuviese en sus filas, pero la necesidad de logros han hecho que los responsables del histórico equipo (que en este 2022 por primer año no vivirá el fundador) decidan dar un giro a su estrategia.

Alpine coloca, por fin, a Piastri

Tras varios años como una suerte de filial de Mercedes, la posibilidad de cambiar a los motores Renault de Alpine les atrae. No tanto porque vayan a ser mejores (que quizá también) sino porque les beneficia económicamente: los motores Renault son más baratos.

También a la propia Alpine le interesa tener un cliente del que ahora adolecen: Renault es el único motorista que solo suministra a su propio equipo. Con Williams tendrían un ‘laboratorio’ que les daría garantías de poder desarrollar mejoras, como han hecho Honda (ahora Red Bull Powertrains), Mercedes o Ferrari.

En el pago por los motores también se incluirían otro tipo de compensaciones, como un asiento para Oscar Piastri. Aquí está la clave: Alpine salva un importante bache que tenía para darle un asiento a su talentoso piloto probador.

En los despachos del equipo anglofrancés estaban recibiendo numerosas presiones para colocar al campeón reinante de la F2 en un asiento, toda vez que se entendía regular que un joven diamante se quedara en el ostracismo de ser un ‘simple’ probador.

La intención de los responsables era colocarle en 2023 en un asiento, y ahí entraron las dudas: teniendo Ocon un contrato ya firmado hasta 2024, solo les quedaba no renovar a Fernando Alonso. Una decisión que no querían tomar salvo que los resultados no llegaran de ninguna manera… y hasta hace bien poco no llegaban. El inicio de campaña del español ha sido para olvidar, aunque ahora llueve menos.

Alonso, con un último contrato aún por disfrutar antes de retirarse de manera definitiva, se veía entre la espada y la pared: no podía obligar a Alpine a firmarle una renovación y él tenía la intención de seguir… hasta que se ha abierto la ‘vía Williams’.

Latifi, a su casa

Con el talentoso Alex Albon, cedido por Red Bull, como referente en la histórica escudería británica, Oscar Piastri como un brillante segundo y el balance mucho más saneado, la salida de Latifi se hace más llevadera para el equipo.

El ingente maletín que le ha mantenido en la estructura desde 2020 ya no es suficiente, toda vez que además está en el ojo del huracán en las últimas carreras cuando ha sido sancionado por no saber reaccionar ante las banderas azules de doblado (que es lo que más le ha pasado a lo largo de su carrera), por accidentes absurdos o por pérdidas de concentración injustificables a estas alturas.

Un constante en el fondo de la parrilla, superado en cada clasificación y cada carrera por sus compañeros de manera constante… Deportivamente no se justificaba su continuidad, y ahora que hay un sustituto de garantías, menos aún.

Latifi es prescindible lo que llevará a Piastri a su primer asiento como titular… y a Alonso a su vigésima temporada en Fórmula 1. Sus paseos de ‘jubilado’ por las tierras asturianas, como la zona de Onís o de Cabrales, hasta la Santina tendrán que esperar.

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