Las 24 horas de Le Mans es la carrera más grande del mundo. Cualquier piloto de cualquier categoría de automovilismo sabe que disputar la cita por antonomasia de la Resistencia es un hito al alcance de pocos, y entre sus peculiaridades está que se disputan paralelamente cuatro categorías: los prototipos Hipercoches y LMP2, y los GTs, divididos en profesionales (Pro) y amateurs (AM).

Esta última clase es la más numerosa, ya que es la razonablemente más asequible: solo hace falta una buena cantidad de dinero y tener unos conocimientos mínimos de pilotaje. No es necesario un gran palmarés, sino básicamente alcanzar los requisitos mínimos para ser considerado ‘piloto bronce‘ (se dividen en orden ascendente en bronce, plata, oro y platino). Gracias a esta accesibilidad se permite la presencia de personalidades como un nombre ilustre: el actor Michael Fassbender.

Un sueño que empezó cuando era un niño

Magneto en la saga ‘X-Men‘, el teniente Archie Hicox en ‘Malditos Bastardos‘ o el inquietante David en ‘Prometheus‘ se verá cumplido uno de sus mayores sueños este fin de semana en la 90ª edición de la cita en La Sarthe, como uno de los 183 pilotos divididos en 62 coches.

Fassbender está enrolado en el equipo Proton Competition, junto al canadiense Zacharie Robichon y al neozelandés Matt Campbell que es, por categoría, el líder del equipo al ser el piloto oro. Los tres intentarán llevar a lo más alto de su categoría, la GTEAm al Porsche 911 RSR-19 con el dorsal 93.

Fassbender, Robichon y Campell se dividirán la disputa de las 24 horas de Le Mans en relevos de un máximo de cuatro horas seguidas y un total de 14 en toda la prueba. El actor será (sobre el papel) el que menos ruede, pero querrá aprovechar su oportunidad al máximo.

Este es el colofón a una idea que empezó a concretarse en 2020, pero que le lleva rondando la cabeza desde pequeño. «Cuando tenía cuatro años, solo quería conducir, coleccionaba coches de juguete. ¿De dónde viene ese tipo de cosas? Más tarde dices: ‘Oh, me gustaba por esto. Quizá era solo porque tenía ruedas'», dijo en una entrevista.

Se asoció con Porsche en 2018, cuando fue invitado de honor de la Porsche Carrera Cup, y después fue dando pasos adelante hasta competir en 2020 (incluida una participación en la Porsche Supercup que se disputó en el marco del GP de España de ese año) en las European Le Mans Series. Después del día de test de 2021 confirmó sus buenas sensaciones y, aunque podría haber forzado su participación, decidió esperar a este año.

Todo este camino ha quedado documentado en una serie documental que se puede ver en youtube: ‘Road to Le Mans’

Llegar a esta edición es un sueño cumplido para él, pero ni mucho menos es el primer actor que hace de su pasión por el automovilismo algo mucho más serio. Actores de la talla de Paul Newman o Patrick Dempsey (que, tras participar en varias ediciones de Le Mans, se mantiene como dueño de una de las estructuras) hicieron sus pinitos como pilotos, pero si se habla de las 24 horas hay uno por encima del resto: ‘The King of Cool‘.

«He visto la película de Steve McQueen unas tres veces. Lo que me encanta es que no creo que ninguna otra película (‘Le Mans’, Katzin/Sturges, 1971) haya capturado lo que es conducir a esas velocidades y traducir ese sentimiento a una audiencia. Para mí, eso fue revolucionario. ‘Ford vs. Ferrari’ (Mangold, 2019) también fue genial», rememoraba Fassbender.

Un estreno… estrellado

En su primera sesión en Le Mans, los primeros libres, el coche 93 finalizó 57º de 62. No era un gran resultado, pero sí le sirvió para hacerse a las hechuras del coche, aprenderse las dificultades del legendario trazado… aunque no todas.

Y es que en la siguiente tanda, Fassbender acabó contra el muro. Ocurrió a la media hora de la clasificación que iba a determinar quiénes iban a ser los pilotos que iban a disputarse la ‘hiperpole’ de este jueves y que determinará los seis primeros pilotos de cada categoría.

El actor germanoirlandés perdió el control de su Porsche a la entrada de la primera chicane de la mítica recta de Les Hunaudieres y acabó accidentado. Acostumbrado a estrenos multitudinarios y rodeados de éxito, seguro que este no se le olvidará en mucho tiempo. Habrá que ver si, a la hora de la verdad, hace una actuación de Oscar… o de Razzie.

Michael Fassbender no entra dentro de las quinielas para ganar las 24 horas de Le Mans. Ni cuenta con la estructura necesaria ni mucho menos con la experiencia, pero es un primer paso. Ni Roma se construyó en una hora, ni mucho menos se hizo Ciudad Eterna en sus primeros días, ni todos los pilotos se hacen leyenda en su primera participación en el circuito más legendario del mundo.

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