Saúl Ñíguez se ha convertido en nuevo jugador del Chelsea, club al que llega cedido por el Atlético de Madrid a cambio de 4 millones de euros y opción a compra a final de temporada a un precio de 45 millones. El centrocampista lleva varios veranos intentando salir del club colchonero, sin prisa pero sin pausa, y con ofertas de varios clubes.
El Barcelona fue uno de los equipos que más se interesaron en él en el pasado, y estuvo muy cerca de recalar en la plantilla blaugrana ya en 2020. En las últimas horas se convirtió en una posible moneda de cambio para el regreso de Antoine Griezmann a la plantilla colchonera, pero finalmente se ha quedado al margen de este movimiento.
El ilicitano se ausentó ya del último entrenamiento del Atlético, con el objetivo de viajar a Londres a pasar el reconocimiento médico con el conjunto de Thomas Tuchel.
Habrá que ver cómo se adapta Saúl a la disciplina londinense, dado que será su primera experiencia ya no sólo fuera de LaLiga, sino de Madrid. Criado en la cantera del Atlético, a excepción del año en el que estuvo en el Rayo Vallecano siempre ha vestido la elástica rojiblanca.
Para Simeone se convirtió en un imprescindible, incluso cuando tuvo menos minutos. Tanto es así que no es casual que el entrenador intentara convencerle hasta el último momento, si bien siempre aceptó que se fuera sin mayores tensiones.
