Los 20 kilómetros marcha femeninos celebrados este viernes coronaron a la italiana Antonella Palmisano como la mejor del mundo, reafirmando el mejor papel de su país en la historia de los Juegos Olímpicos, con más medallas que nunca. 

Sin embargo, gran parte del protagonismo de la carrera se lo llevaron las atletas chinas Jiayu Yang o Shijie Qieyang, con un curioso detalle que llamó la atención hasta de los comentaristas de RTVE y de la exmarchadora, María Vasco, que comentaba la prueba matutina. Todo ello, por un parche que lucían en el ombligo.

Según la cultura oriental, el obligo es uno de los grandes focos de energía en el cuerpo humano y cubrirlo significa poder tanto deshacerse como rechazar las malas energías que pueda rodear o recibir uno. 

Además, la teoría de los chacras indica que el ombligo es la primera parte que se crea en un feto y al estar ligado durante toda su gestación a la madre y alimentarse y crecer a través de él, se cree que es la puerta de entrada de las malas energías.

La exmarchadora española Vasco, desveló también durante la retransmisión que ella corría con una piedra de energía. «Yo competía con una piedra de color rojo que llevaba en el sacro colgada, con un cinto pegado con un esparadrapo. Yo hacía cromoterapia, trabajar con color, y competía con una piedra de color rojo».

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