Hasta el momento son tres ZEDES la que ya han sido aprobadas, las cuales están ubicadas en Roatán, Choloma y Choluteca y en este momento están generando empleo, indicó el funcionario.
“Ya hay gente trabajando, lo que nosotros queremos es impulsarlas para que crezcan y vengan otras. Yo soñaría que hubiera unas 50 o 60 ZEDES en el país”, expresó.
Indicó que la expectativa es que en el departamento de Francisco Morazán se pudieran aprobar varias ZEDES para que la población pueda tener oportunidades de empleo.
Díaz indicó que se deben crear condiciones amigables para que venga el empresario a generar empleo para los hondureños, brindándoles garantías y seguridad.
“Honduras necesita inversión y debemos iniciar por generar empleo y oportunidades para la madre soltera, para el joven que egresa de la universidad”, expresó el ministro.
Aseguró que las ZEDES son un mecanismo para generar empleo, lo cual evitaría que los hondureños migren a Estados Unidos de manera irregular.
Mejores salarios
Expresó que se debe potenciar las zonas de empleo para hacerlas crecer y que los hondureños tengan empleo en su comunidad y que sean bien remunerados.
El funcionario explicó que las ZEDES tienen el mismo régimen que las maquilas, con un elemento adicional, y es que tienen su propio sistema tributarios y pagan impuestos.
“De estos impuestos se invierte el 80% en el desarrollo de la zona, como ser: infraestructura, servicios básicos, educación y sistema médico para los trabajadores”, agregó.
Asimismo, expresó que hay que recordar que la Constitución y la Ley Orgánica exigen que el 90% de los empleos que se generen ahí deben ser hondureños y ese 10% solamente de puestos o perfiles que no se encuentren en el mercado nacional.
La diferencia del porcentaje va dirigido a los municipios y otras instituciones que ordena la constitución, expresó.
Proyectos que desarrollará cada ZEDE
Explicó que la ZEDE de Roatán tendrá un objetivo, que es el tema tecnológico porque ahí no puede haber mucha concentración de personas.
“Esta será una gran oportunidad para los jóvenes que se dedican a los temas de desarrollo tecnológico, el sueño es que Honduras sea referente en innovación”, expresó.
La ZEDE de Choloma, en su primera etapa se dedicará a construir viviendas sociales para los trabajadores, y es un proyecto que ya está en desarrollo y la siguiente etapa es convertir en una zona industrial, de transformación de materia prima, un rubro que no existe en Honduras.
Entretanto, en la ZEDE del sur del país se desarrollará un parque agroindustrial y será uno de los más grandes de Latinoamérica, aseguró.
Díaz indicó que hay países en el mundo que buscan lugares seguros para invertir y su deseo es que vean a Honduras como un país que genera confianza y certeza al inversionista.
“Si no tuviésemos regímenes especiales, no tendríamos la maquila, que ha generado más de 150,000 empleos y yo aspiraría a que hubiese unos 500,000 hondureños trabajando en la maquila”, expresó Díaz.
Indicó que, así como la maquila opera bajo un régimen especial, las ZEDES operarán de la misma forma, bajo un mecanismo más avanzado donde el inversionista tiene más seguridad y genere empleo, creando nuevas oportunidades para los hondureños.
“Hay que aplaudir que ya tenemos los primeros inversionistas que apostaron a Honduras, que en vez de irse a otros países vieron hacia nuestro país por el interés del régimen ZEDE”.
Confianza
Díaz reiteró que las ZEDES son mecanismos sencillos y transparente que generan confianza en el inversionista y se espera el apoyo del Congreso Nacional, ya que en estos proyectos no existen intereses ocultos.
“Sé que hay algunos amigos de la oposición que tienen interés legítimo, genuino y respetable desde mi punto de vista y los respeto”, expresó.
El ministro recordó que en el Congreso Nacional hubo 126 votos a favor de las ZEDES y eso fue en la primera reforma que hubo y en la segunda reforma se alcanzaron 116 votos a favor.
En otro tema, Díaz destacó el apoyo del gobierno del presidente Juan Orlando Hernández al sector cafetalero, uno de los beneficios otorgado al rubro fue el bono cafetalero, el cual garantizó los niveles de productividad del café en los momentos difíciles para el país.
