Los pacientes con diabetes corren un mayor riesgo de desarrollar síntomas graves y de morir a causa del COVID-19, en comparación con las personas que no padecen esta enfermedad.
Por ejemplo, algunos estudios muestranque aproximadamente 20% de las personas hospitalizadas debido a la COVID-19 tienen diabetes y cerca de 26% de los pacientes que mueren a causa de este virus tenían diabetes.1, 2.
Esto se ve agravado por la dificultad de mantener un estilo de vida saludable, durante las restricciones asociadas al COVID-19:
– Actividad física limitada y aumento del comportamiento sedentario.
– Acceso limitado a frutas y verduras y
– Mayor inseguridad alimentaria.
Los centros de atención primaria y los prestadores de servicios de salud, que atienden a las personas con diabetes, tienen un papel importante que desempeñar para garantizar el acceso continuo a la atención, reducir el riesgo de infección y manejar adecuadamente a los pacientes con estas morbilidades que contraen el COVID-19.