Un monarca absolutista, matrimonios forzados, 15 esposas, 34 hijos -una de ellas, estrella pop- y cuatro nietos. La vida de Mswati III tiene todos los condimentos para convertirse en una historia inverosímil, pero es real. Mswati, que en 2019 visitó la Argentina, es el último rey absolutista de África y desde 1986 gobierna Suazilandia, al sur del continente, mediante decretos. Su vida y gobierno están repletos de acusaciones, tramas e incógnitas.
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Aunque la fortuna personal del monarca ronda los 100 millones de dólares, el 66% de su población es pobre y uno de cada cinco habitantes vive con HIV. Pero Mswati vive rodeado de lujos. Los gastos incluyen desde construcciones y renovaciones de palacios para albergar a sus esposas hasta la compra de una flota de limosinas, un jet de lujo, que costó un cuarto del presupuesto nacional, según detalló el portal Vanitatis.
Sin embargo, los gastos absurdos no son nada en comparación a las políticas del país, donde los partidos políticos están prohibidos, cualquier crítica a la corona es duramente castigada, las mujeres no están protegidas y se permiten los matrimonios forzados, de los cuales, el rey, acumula un par. Mswati tuvo 15 esposas, de las cuales dos fallecieron -una se suicidó-, 35 hijos y cuatro nietos. El monarca fue acusado de matrimonios forzados con menores de edad y de secuestros.
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Hace unos meses, el portal Histoires Royales publicó un detallado informe sobre la polémica que rodea al rey respecto de sus relaciones maritales.
Los reyes de Suazilandia siempre fueron polígamos. Las primeras dos esposas de Mswati fueron impuestas, pero las siguientes son elegidas por él tras una ceremonia en la que cada año, miles de jóvenes vírgenes se reúnen alrededor de la reina madre. El día de la ceremonia, el rey, su madre y su hermana mayor eligen a 365 mujeres que estarán a disposición del rey durante todo el año. Él puede, si lo desea, hacer de algunas de ellas su nueva esposa.
De su tercera esposa nació la primera hija mujer del rey, la princesa Sikhanyiso Dlamini. Hoy, esa hija es reconocida internacionalmente por su carrera como cantante. Estudió en prestigiosas escuelas británicas y estadounidenses y tiene un título en comunicación por la Universidad de Sídney. Además, es funcionaria estatal de su padre, dado que es ministra de Telecomunicaciones y miembro de la junta directiva la compañía de telecomunicaciones móviles del país.
