La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, este miércoles en Madrid. | FOTOS: Alberto Orellana

“Las matemáticas están de moda; han ganado prestigio”, ha dicho esta mañana Reyes Maroto. La ministra de Industria, Comercio y Turismo ha abierto la presentación del primer estudio sobre el ‘Impacto socioeconómico de la investigación y la tecnología matemáticas‘. España comienza a visibilizar su capacidad productiva mientras los datos funcionan como “el nuevo petróleo”, ha recordado Maroto. Más allá de condicionantes propios, debemos solventar la brecha digital y el encaje entre la formación y las necesidades del mercado.

El estudio ha sido elaborado por los Consultores de las Administraciones Públicas (Afi) por encargo de Red Estratégica en Matemáticas (REM). El objetivo es estimar el peso de las matemáticas en la economía española, en una sociedad “dominada” por ellas, según ha apuntado la ministra socialista. Y no es un decir, al menos para Carlos Barrabes, que asegura que hoy en día “el producto no es físico”. El propietario de la consultora Barrabes, ha comentado que cada vez más se trata de “experiencias”, formuladas con matemáticas.

España está “incorporándose a esa relación matemática-empresa / industria de los principales países de Europa”, ha dicho el coordinador de la REM, Tomás Chacón. Se han analizado de forma combinada tanto las profesiones como los productos con “intensidad matemática” (asociados a esta rama del saber). Dichas actividades generaron un millón de ocupados en la economía española en 2016 (el año más cercano cuantificable), lo que representa el 6% del empleo total. Un volumen “muy significativo” para Diego Vizcaíno, socio de Afi. Sobre todo al añadir los efectos indirectos e inducidos (se alcanza el 19,4%).

Vizcaíno, que ha presentado los resultados del estudio, ha resaltado además la importancia del Valor Añadido Bruto (VAB) de estas profesiones con raíces algebraicas, que es superior. Deben aumentarse estas actividades porque, según ha desgranado, son capaces de “generar un valor más que proporcional a su peso en la economía”. Sólo en impacto directo supera el 10% del VAB. Se trata de un sector “importante para las políticas estratégicas y el futuro del país”, ha defendido el socio de Afi, y que supone un 10% del PIB español. Algo que se aproxima a lo destinado al turismo, según Chacón.

El informe aporta “bases sólidas” para que la Administración utilice y tenga en cuenta las capacidades de las matemáticas en su planificación y desarrollo, ha resumido Chacón. Es una de las conclusiones, junto con la necesidad de “ampliar los programas de formación matemática entre los jóvenes”, o “concienciar” a la empresa del valor de esta herramienta.

Pero de los datos también se desprende que la magnitud de estos “impactos todavía es menor que en otros países europeos”, ha concedido Vizcaíno. España tiene un 6% frente a porcentajes de impacto directo del 10-11% del empleo, al igual que con el VAB (donde también estamos por debajo de otras economías).

Vizcaíno apunta a que estos países han prestado más atención al componente matemático de conocimiento para “capitalizar beneficios”. Además, si logramos un mayor domino de estas ciencias seremos capaces de reducir las brechas de género y de habilidades digitales. Déficits, autóctonos y globales, que “estamos obligados a reducir”, ha resuelto Maroto.

El acto ha concluido con una mesa redonda sobre las ‘Matemáticas y la innovación empresarial’. En ella ha quedado patente que las matemáticas son ahora “más visibles” (importantes ya eran). Pero no estamos sabiendo dar respuesta las demandas de perfiles de matemáticos y STEM en general, que buscan las empresas.

Peregrina Quintela, presidenta de la Red Matemática-Industria, no niega el problema. Aunque ha instado a fijarse no sólo en las cifras de matriculados (a la baja cuando mayor es la demanda), sino también en las “habilidades” con las que se gradúan los alumnos. Alberto Ariza Lasarte, de Bigml, achaca la falta de perfiles profesionales a que “se venden mal las salidas profesionales” de las STEM. Todo más paradójico si cabe pues, como avalan los datos del mercado, tienen una tasa de empleo “mucho mayor”, ha dicho.

Hacen falta cada vez más matemáticos porque son quienes “entienden el lenguaje en que se expresa la ciencia”, ha señalado la ministra del PSOE. Para la titular de la cartera de Industria, Comercio y Turismo, un país que quiera progresar debe tener en cuenta los “vectores de la ciencia y la innovación como palancas” de ese progreso.

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