CEOE cuestiona la decisión unilateral del Gobierno al aprobar el Impuesto sobre Transacciones Financieras (ITF) y el Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales (IDSD), conocido como Tasa Google, ya que, en ambos casos, “sería deseable que existiera un consenso internacional al respecto”, según explica en un comunicado.

Según CEOE, la introducción del Impuesto sobre Transacciones Financieras ITF de manera unilateral en España “se opone a todos los principios enunciados por la Comisión Europea en cuanto a la necesidad de armonización de cualquier imposición de las transacciones financieras”.

“La introducción del ITF español no solamente es contraria a la construcción de un mercado financiero único dentro de la UE, conforme a los principios marcados por la Comisión Europea, sino que supone también el abandono de la posición cooperativa que España había venido manteniendo al respecto”, apunta.

Según los empresarios, la creación de un impuesto nacional sobre transacciones financieras encarecerá el coste de acceso a los mercados de capitales de las empresas españolas y dificultará la gestión de los riesgos financieros. Por tanto, ·”tendrá un impacto negativo sobre la economía, el crecimiento y el empleo·”, asegura.

Con respecto a la tasa digital, para CEOE, en una economía globalizada, cualquier nuevo impuesto a las empresas debe acordarse a nivel internacional a través de la OCDE, con el fin de alcanzar un consenso y una solución globalmente aplicable, no una específica para España.

Según el presidente de los empresarios, Antonio Garamendi, este tipo de medidas conlleva “no solo el peligro de deslocalización, sino de falta de atractivo para que las inversiones de fuera vengan a España”. Deberíamos crear “una pista de aterrizaje” para conseguir que vengan las empresas, ser un país atractivo en materia de digitalización y no quedarnos fuera del mercado, apunta.

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