Surgida en Asia en diciembre y en pleno apogeo en Europa, la pandemia del coronavirus golpea con fuerza ahora a Estados Unidos, lo que ha llevado al presidente chino, Xi Jinping, a pedir la unidad de las dos primeras potencias mundiales para luchar contra la COVID-19, que ya deja más de 23.000 muertos en todo el mundo.

Pese a su rivalidad, China y Estados Unidos «deben unirse contra la epidemia» de la neumonía COVID-19, subrayó el presidente Xi en una conversación telefónica con su homólogo estadounidense Donald Trump.

«China está dispuesta a seguir compartiendo sin reserva informaciones y experiencias con Estados Unidos», dijo Xi, citado por la televisión pública CCTV.

Este mensaje tiene lugar tras semanas de rifirrafe entre Pekín y Washington. Un responsable chino llegó a sugerir incluso que el virus sería de origen estadounidense y Trump y sus allegados no dejaban pasar la ocasión de calificarlo de «chino» y lamentaban la falta de información transparente sobre la gravedad de la epidemia.

El nuevo coronavirus, que ha infectado a más de medio millón de personas de las que han muerto más de 23.000 desde que surgió en diciembre en China, ha detenido la actividad en muchos sectores económicos y ha obligado al confinamiento de 3.000 millones de seres humanos.

La comunidad internacional ha movilizado cantidades astronómicas de fondos para socorrer a la economía mundial.

A los programas de rescate lanzados por varios países se suma desde el jueves el anunciado por los líderes del G20, reunidos por videoconferencia bajo la presidencia de Arabia Saudita. Las potencias prometieron inyectar cinco billones de dólares para dar oxígeno a la asfixiada economía mundial por la pandemia.

Este viernes, una vez pasada la euforia de los anuncios financieros, las bolsas del mundo volvieron a registrar pérdidas. Por su parte, la ONU anunció que prevé un retroceso del 20-30% del turismo internacional en 2020 por la pandemia.

Aunque el epicentro de la COVID-19 sigue siendo Europa con casi 275.000 casos registrados, según un recuento realizado con datos oficiales por la AFP, el aumento exponencial de contagiados que sufre Estados Unidos hace prever que superará al Viejo Continente.

Con 83.000 contagios oficialmente registrados, Estados Unidos se convirtió el jueves en el país con más casos, por delante de los 81.000 de China y los 80.000 de Italia.

Respecto a las muertes, Italia es la primera (más de 8.000 muertos), por delante de España (que con 769 muertos en un solo día ya suma 4.858) y China (3.287 muertos).

Estados Unidos, con 1.201 fallecidos, estaba en sexta posición detrás de Irán y Francia. Irán anunció el viernes 144 nuevos fallecidos, con lo que el balance total se eleva a 2.378 muertos.

– «Ola extremamente importante» –

La epidemia se agravó en Francia, donde en 24 horas se registraron en los hospitales 365 muertos, entre ellos, Julie A. que con 16 años se ha convertido en la víctima más joven en el país de una pandemia que teóricamente ataca más duramente a los ancianos y enfermos crónicos. Su fallecimiento y el testimonio de su familia ha estremecido a Francia.

«Es difícil de encajar», dice Sabine, la madre, que no pudo despedirse de su hija.

El primer ministro francés, Edouard Philippe, advirtió el viernes de la «ola extremadamente importante» de contagios que «invade» el país y previó que la «situación va a ser difícil en días venideros» e instó a sus ciudadanos a «aguantar».

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció el jueves, después de una conversación con su par estadounidense, Donald Trump, que ambos preparan una «iniciativa importante» para enfrentar la pandemia.

En cambio, la Casa Blanca no ha mencionado este proyecto, pero subrayó la visión compartida de los dos dirigentes sobre «la importancia de una cooperación estrecha a través del G7, del G20 y el P5», en referencia a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.

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