La historia de un valiente niño de nueve años que salvó a sus padres de la muerte se viralizó en las redes sociales y los medios de comunicación. La familia estaba dentro de su vehículo, que quedó atrapado en el ojo de un furioso tornado que azotaba Oklahoma. Los fuertes vientos volcaron la camioneta, que terminó estrellada contra algunos árboles.

Los adultos, Tanto Wayne y Lindy Baker, resultaron gravemente heridos. Sin embargo, su hijo Branson no tuvo lesiones de consideración y corrió en busca de ayuda. “Por favor, no mueran, volveré”, fueron sus últimas palabras antes de partir.

El pequeño tuvo que salir a gatas del auto, esquivar los filosos metales y atravesar a pie el fenómeno por casi dos kilómetros. El trayecto estaba repleto de obstáculos, con ramas que volaban y cables caídos en el suelo. Además, había mucha oscuridad, pero logró guiarse con rayos que iluminaban el camino. Luego de diez minutos sin detener la marcha, pudo encontrar a alguien que ayudara a su familia: un vecino y amigo.

Tanto Wayne como Lindy Baker sufrieron fracturas en la espalda, el cuello y las costillas por el accidente en medio del tornado. En concreto, Wayne se rompió el esternón, el brazo y perdió parte de un dedo. Por su parte, Lindy tuvo fracturas en la mandíbula, la mano derecha y sufrió una perforación en uno de los pulmones.

Los Baker son contratistas independientes y, tras resultar heridos, no podrán trabajar por un largo tiempo. Cuando la historia se hizo viral, el equipo de béisbol de Branson decidió ayudar al valiente niño por haber tenido una actitud totalmente ejemplar.

A raíz de ello, lanzaron una recaudación de fondos online para ayudar a la familia durante el proceso de recuperación. Además, realizaron un partido de béisbol el lunes pasado, donde todo el equipo llevó stickers en los cascos en señal de apoyo a los Baker.

“Corrió tan rápido como pudo”: el relato de cómo Branson salvó a sus padres del tornado en Oklahoma

CBS News entrevistó en vivo a Johnny Baker, tío de Branson. El adulto contó en detalle la verdadera película de terror que tuvo que atravesar la familia durante el tornado. “Tenía que convertirse en el superhombre de sus padres e ir a hacer lo que tenía que hacer. Eso fue exactamente lo que dijo: ‘Tengo que salvar a mis padres’”, describió el hombre, que contó que el niño expresó: “No mueran, por favor, volveré”.

“La única manera que encontró el camino de regreso fue con rayos que iluminaban el camino. Corrió tan rápido como pudo, tan fuerte como pudo, hizo una milla en diez minutos. Eso es bastante impresionante para un niño pequeño”, explicó con asombro Johnny.

Asimismo, remarcó que el gesto que tuvo el equipo de beisbol de su sobrino lo ayudó mucho a mejorar el estado de ánimo del pequeño, luego de haber vivido esa situación tan traumática. “Los stickers de Baker colocados en los cascos ayudaron a darle a Branson un poco de motivación también. De hecho, anoche conectó un jonrón”, cerró.

 

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