SAN SALVADOR.- Una reforma que pavimenta la modificación de la Constitución para la reelección indefinida del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, fue calificada por juristas, analistas y activistas como un paso hacia un “esquema dictatorial” al privar de un “contrapeso” al poder del Ejecutivo.

El Congreso, dominado por el partido del mandatario, aprobó el lunes modificar una norma constitucional para acelerar futuros cambios a la Carta Magna. Además, la ratificación de la modificación quedó a cargo de la nueva legislatura que comienza este 1° de mayo, y que está conformada en 95% por el oficialismo. El lunes, los diputados de Nuevas Ideas, el partido de Bukele, aplaudieron, gritaron y sonrieron mucho después de aprobar -por sorpresa- una reforma al artículo 248 de la Constitución Política, la cual permitirá modificaciones exprés a la carta fundamental, vigente desde 1983, con las tres cuartas partes de los votos.

La Constitución estipulaba que toda enmienda debía ser avalada en un segundo periodo legislativo, no por la misma legislatura aprobaba la modificación.

Esta reforma permitirá “refundar este país”, según un diputado oficialista, pero los críticos sostienen que, durante su nuevo mandato, Bukele podrá cambiar la Constitución a “su antojo”, sin “contrapeso”.

”Me parece que el país se encamina hacia la consolidación de un esquema dictatorial de una mayor concentración de poder”, dijo el analista político y excomandante guerrillero Eugenio Chicas.

“En mi criterio en lo que estamos es en un repliegue de los avances democráticos, establecidos por los acuerdos de paz” de 1992, que pusieron fin a una guerra civil de 12 años, subrayó Chicas.

Por su parte el analista independiente Carlos Araujo afirmó que ”el presidente tendrá ahora vía libre para impulsar las medidas que él desee, sin tener a nadie que le haga contrapeso. Podrá aprobar reformas a su antojo, sin análisis, sin discusión”.

Bukele fue reelegido el 4 de febrero con el 85% de los votos para un nuevo periodo de cinco años, favorecido por su “guerra” contra las pandillas, que devolvió la seguridad a las calles.

Por su parte, en un comunicado, once organizaciones de la sociedad civil se declararon “preocupadas” por la reforma, pues estiman que conducirá a una “acumulación de poder” que dejará a los salvadoreños expuestos a “abusos por parte del Estado”.

La reelección es una tentación que Bukele ya empezó a transitar desde septiembre de 2021, cuando la Sala de lo Constitucional avaló su reelección inmediata, sin importar que la sentencia contravenía la Carta Fundamental. Se trató de una medida similar a la que usaron Juan Orlando Hernández en Honduras y Daniel Ortega en Nicaragua para atornillarse en el poder.

En ese sentido, Bukele siguió a paso acelerado el ejemplo del mandatario sandinista: la aplanadora orteguista aprobó en 2014 una reforma constitucional que le daba la reelección indefinida al caudillo nicaragüense.

Agencias AFP y ANSA

 

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