La comprensión tradicional de los terremotos nos lleva directamente al subsuelo, donde la colisión de placas tectónicas y el movimiento de fallas y fisuras subterráneas son reconocidos como los desencadenantes principales de estos fenómenos sísmicos. 

Sin embargo, un nuevo estudio del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) sugiere que eventos climáticos extremos como fuertes nevadas y lluvias también podrían tener un papel importante en la activación de algunos terremotos.

Terremotos en Japón

Publicado en la revista Science Advances, el estudio indica que episodios de nevadas y lluvias intensas contribuyeron a una serie de terremotos recientes en el norte de Japón. Esta investigación es pionera en demostrar que las condiciones climáticas pueden iniciar algunos sismos

 

Según los investigadores, la acumulación de nieve y otras cargas ambientales en la superficie afectan el estado de estrés subterráneo, y el momento de los eventos de precipitación intensa está bien correlacionado con el inicio de esta cadena de terremotos.

El estudio se centró en una serie de terremotos continuos en la península de Noto en Japón. El equipo descubrió que la actividad sísmica en la región está sorprendentemente sincronizada con ciertos cambios en la presión subterránea, influenciados por patrones estacionales de nevadas y precipitaciones. Los científicos sospechan que esta nueva conexión entre terremotos y clima podría no ser única de Japón y podría influir en otras partes del mundo.

Mirando hacia el futuro, los investigadores predicen que la influencia del clima en los terremotos podría ser más pronunciada con el calentamiento global

La investigación fue liderada por Qing-Yu Wang, ex asociado de investigación del MIT ahora en la Universidad Grenoble Alpes, e incluyó a Xin Cui, postdoctorado del EAPS, Yang Lu de la Universidad de Viena, Takashi Hirose de la Universidad de Tohoku y Kazushige Obara de la Universidad de Tokio.

Enjambre sísmico

Desde finales de 2020, cientos de pequeños terremotos han sacudido la península de Noto, una extensión de tierra que se curva hacia el norte desde la isla principal de Japón hacia el mar de Japón. A diferencia de una secuencia típica de terremotos, que comienza con un choque principal que da paso a una serie de réplicas antes de extinguirse, la actividad sísmica en Noto es un «enjambre sísmico», un patrón de múltiples terremotos continuos sin un choque principal obvio o disparador sísmico.

Los científicos exploraron cómo los cambios estacionales podrían influir en la estructura subterránea de la Tierra de manera que desencadenaría un enjambre de terremotos. Específicamente, observaron cómo la precipitación estacional afectaría la «presión del fluido poroso», la cantidad de presión que los fluidos en las grietas y fisuras de la Tierra ejercen dentro de la roca madre.

Este estudio no solo abre un nuevo capítulo en la comprensión de los terremotos, sino que también enfatiza la compleja interacción entre el clima extremo y la actividad sísmica subterránea. Aunque es crucial recordar que, a pesar de estos hallazgos, la predicción precisa de terremotos sigue siendo un desafío que la ciencia aún debe superar.

Facebook Comments