Hasta cuatro investigados en la causa de Tsunami Democràtic se han ido de España tras conocer que estaban bajo la lupa de la justicia por impulsar presuntamente la plataforma que movilizó a miles de personas contra la sentencia del ‘procés’ en 2019. Tras anunciar el diputado Ruben Wagensberg que se había ido a Suiza, ayer se dio a conocer que Oleguer Serra, dirigente de Òmnium, había seguido los mismos pasos y hoy ha sido el turno del periodista Jesús Rodríguez y del escritor Josep Campmajó.
En esta misma causa también están investigados el expresident Carles Puigdemont, que ya prepara su regreso a España con la amnistía, y la secretaria general de ERC, Marta Rovira, que en una entrevista en El Periódico de Cataluña, del grupo Prensa Ibérica, aseguró que no cruzaría la frontera de vuelta a Catalunya hasta que esta causa esté cerrada en aplicación de la medida de gracia. A Bélgica también se trasladó tras el 1-O otro investigado en esta causa, Josep Cabani. En total, hay al menos siete de los 12 imputados fuera de España.
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Todo ello después de que juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón concediera el martes a los imputados no aforados por el Tsunami Democràtic un plazo de 24 horas para que, a través de sus abogados, dieran a conocer «direcciones inequívocas» de donde se encuentran para poderlos citar a declarar.
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Diferentes son los casos de Puigdemont y Wagensberg, ya que los dos tienen condición de aforados por sus escaños en la Eurocámara y el Parlament de Catalunya, respectivamente. Por este motivo, la jueza del Tribunal Supremo Susana Polo les dio la posibilidad de declarar de forma voluntaria ante el alto tribunal a través de una videoconferencia. Para obligarlos a hacerlo tendría que cursar un suplicatorio. La fecha propuesta es entre el 17 y el 21 de junio, después de las dos citas electorales fijadas en el calendario, la catalana y la europea.
En el marco de estos anuncios, Òmnium ha desplegado esta mañana una pancarta gigante en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat en la que advierten a los visitantes de que «En España, protestar es terrorismo».
