Los perros son considerados los mejores amigos del hombre. Su compañía a lo largo de los años pasó a entenderse como un miembro más de la familia y en la actualidad comparten todo. Desde caminatas, viajes y hasta una merienda en los famosos cafés pet friendly. A pesar de todos los estímulos que puede recibir un can, desde el trato con otras personas ajenas a su vida cotidiana y la relación con demás mascotas de su misma raza, según una experta, también serían capaces de reconocer a su propia madre, sin importar el tiempo que estén separados.

En su mayoría, los perros son alejados de sus gestantes a poco de nacer. Luego de los días necesarios para que estos reciban todo el alimento suficiente como se debe, se entregan a otras personas o familias que se harán cargo de su cuidado. Lo cierto es que así como pueden reconocer a los integrantes de una casa, a otros canes y a ciertos lugares, también podrían recordar a su propia madre.

Según destacó la experta Marta Sarasúa, etóloga especialista en conducta, abordó la cuestión desde la mirada científica y detalló por qué nuestros amigos más fieles tienen esta extraordinaria capacidad de memoria.

En un estudio que se realizó en los 90, un grupo de cachorros fue separado de su madre a 10 días de haber nacido. Luego de dos años de convivir con diferentes familias, reunieron a estos cachorros. El resultado preliminar es que no lograron identificarse como hermanos, a pesar de algunos gestos de cercanía. Sin embargo, cuando apareció su gestante, de inmediato la conducta de todos cambió, ya que la reconocieron y ella también a ellos.

¿A qué se debe esta reacción? La experta señaló que esto es gracias al potente olfato que poseen los perros, uno de los más desarrollados en cualquier especie de mamífero. Capaces de ayudar a recordar olores de las feromonas caninas tan particulares que produce la perra al momento de dar a luz.

En tanto, se advirtió que los perros no reconocen a su madre bajo el mismo concepto que lo hacen los humanos como gestante y/o pariente. Ellos no asignan ese sentido emocional, ni tienen la competencia cognitiva para saber separar a su grupo familiar.

En tanto, sí pueden reconocer a sus progenitores biológicos simplemente porque esto les proporciona una ventaja adaptativa. Al identificar a su madre, es probable que acudan a ella para protección en caso de peligro, porque les asegura una fuente de alimento y sirve como árbitro en el vínculo con los demás cachorros.

A pesar de que los humanos pueden tratar a los perros como uno más, ellos mismos comprenden que no pertenecen a la misma especie. Por ende, su comportamiento no es el mismo cuando interactúan con sus dueños como cuando están con otros canes.

¿Los perros nos reconocen como su padre o madre?

De momento, no existe una prueba científica que demuestre esto mismo. El vínculo entre las personas y los perros es muy estrecho. Debido a su adiestramiento desde hace siglos, lograron interpretar y adquirir algunos de nuestros lenguajes para que la comunicación entre ambos sea mucho más certera, en particular, porque somos quienes les ofrecemos una distintiva calidad de vida diferente al estado salvaje. Puede que no identifiquen a sus dueños como padre o madre, pero sí que el apego es fundamental para ellos. Al ofrecerle el cariño y el cuidado adecuado, el rol será el de un referente.

 

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