El jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, ordenó que se ponga en marcha un plan de contingencia para garantizar la seguridad de “objetivos sensibles de terrorismo”, luego del ataque de Irán a Israel. El plan tiene su foco sobre “edificios consulares, embajadas, instituciones religiosas, puntos de interés geopolíticos”, indicaron desde la Ciudad a LA NACION.

El operativo está cargo de la División Objetivos Sensibles (DOS) que fue creada por el nuevo gobierno porteño y que está bajo la órbita del Ministerio de Seguridad, a cargo de Waldo Wolff, y del Jefe de Policía, Diego Kravetz. “Los Objetivos Sensibles son aquellos que no son blanco del delito común para la búsqueda de beneficios económicos y que cuyos ataques suelen ser perpetrado por organizaciones de crimen organizado, organizaciones terroristas, y otras, que persiguen un impacto comunicacional o un hecho estratégico con objetivos políticos, religiosos, raciales, entre otros”, explicó el gobierno porteño a través de un comunicado.

“Venimos trabajando desde que asumió el jefe de gobierno Jorge Macri, donde me encomendó empezar a mirar la seguridad de la ciudad en función de las nuevas hipótesis de conflicto que vienen ocurriendo en el mundo”, señaló Wolff este domingo, en diálogo con Radio con Vos. La División Objetivos Sensibles, explicó Wolff, es dirigida por Alejandro Itzcovich, quien exdirector de Seguridad de la Policía Aeroportuaria durante el gobierno de Mauricio Macri.

“Se incrementaron los ataques en el mundo en lugares públicos como pasó en Moscú, lo que pasó ayer en Sidney, las alertas en los partidos de la Champions en Madrid. Estamos trabajando en planes de acción que elevan el nivel de alerta y el nivel de custodia con sistemas más acordes a lo que está ocurriendo en el mundo”, sostuvo Wolff, en una entrevista con radio Rivadavia.

Desde el Ministerio de Seguridad de la Ciudad informaron que el plan comenzó con una capacitación a todos los miembros de la fuerza y que se centralizó toda la información preventiva en la DOS, siguiendo la práctica de las grandes capitales del mundo en materia de seguridad.

Además del ataque de Irán a Israel, en el plano local se suma la condena de la Cámara de Casación por el atentado a la AMIA, que señaló directamente al Estado de Irán como promotor del ataque y a la organización terrorista Hezbollah como ejecutora.

“Si hay un país que no puede en función de su historia y sus valores hacerse el distraído es la Argentina por eso hay que seguir desarrollando estos sistemas de convivencia para seguir desarrollando los niveles de alerta”, completó Wolff, que enlazó los antecedentes locales –además del atentado a la AMIA, el ataque a la Embajada de Israel, en 1992– con el giro geopolítico encabezada por la administración de Milei.

“Este no es un problema ni de Medio Oriente, ni siquiera de los israelíes o de los judíos: estamos hablando de occidente contra oriente. De la civilización democrática contra la tiranía. Fíjese quién ha quedado a un lado y del otro. Del lado que apoya Irán está Yemen, está Venezuela, está Rusia, que ataca Ucrania, y del otro lado está la Unión Europea, las democracias del mundo. Hoy la línea está entre quienes abrazan la democracia, el Estado de Derecho, las elecciones libres y quienes creen en los totalitarismos, en la sumisión de la mujer, en el encarcelamiento de los disidentes”, concluyó el ministro porteño.

Wolff insistió que el operativo va más allá del refuerzo de custodia sobre objetivos sensibles. “Antes, reforzar la seguridad era algo puntual de mandar una consigna. Pero hay muchas cuestiones a definir antes de mandar a alguien”, dijo, y explicó: “Hay que tener un plan de acción en la comisaría donde están aquellos objetivos sensibles y que la policía local sepa dónde están ubicados para tener una reacción más rápida con apoyo específico de centro de monitoreo de acuerdo a hipótesis de conflictos”

 

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