Minuto 92 del partido. El Real Madrid acaba de empatar 2-2 el clásico de la segunda vuelta de la temporada 2016/17 frente al Barça. A Sergi Roberto aún le quedaba gasolina en el depósito y arrancó la moto desde campo propio, perseguido por Marcelo. Cedió el balón a André Gomes y este le avanzó el cuero a Jordi Alba, que le doblaba por el carril zurdo. De primeras y de memoria, asistió a Messi, que entraba desde segunda línea y, sin controlar, envió el balón al fondo de las mallas de Keylor Navas. El Santiago Bernabéu enmudeció y el argentino dejó una postal para los anales de la historia.
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El Dios del fútbol se quitó la camiseta, mostrando su nombre y dorsal a la afición del Real Madrid. Enrabietada y profiriéndole todo tipo de insultos. El Barça lograba recortar tres puntos en la clasificación a los blancos, a falta de cinco jornadas para que la Liga echase el cierre definitivo.
El partido se disputó el 23 de abril: el dia de Sant Jordi. Es una de las jornadas populares más celebradas en la cultura catalana, en la que las personas se intercambian rosas y libros como señal de amor y afecto. Una de las fechas más bonitas y esperadas del año que, incluso, algunos la celebran como su particular día de los enamorados. Hace siete años, Sant Jordi dejó su protagonismo de lado durante unas horas para otorgarle este título al bueno de Leo y así lo ejemplificó SPORT en su portada del día siguiente.
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El Barça, sin embargo, acabó aquella temporada en segunda posición y el Real Madrid se proclamó campeón de Liga, con tres punto de ventaja respecto a los azulgranas. Aquella, la última temporada de Luis Enrique como técnico culé, finalizó con el equipo blaugrana alzando la Copa, siendo aquel el único título de la temporada.
