El noruego Casper Ruud levantó por primera vez el título del Barcelona Open al doblegar en la final al griego Stefanos Tsitsipas. El noruego cerró así un torneo perfecto, en el que no ha concedido ni un solo set y, de paso, se tomó la revancha por la final perdida de hace una semana ante el griego en el Masters 1.000 de Montecarlo.

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De nuevo, como durate toda la semana, la Rafa Nadal presentó un espectacular lleno para presenciar la final entre dos de los grandes favoritos. Ruud arrancó el partido tensionado, con nervios y eso no lo desaprovechó un Tsitsipas que, por primera vez en esta edición, se mostró más asentado en los primeros compases. Así, firmó la primera rotura, ya en el juego inicial.

Poco más exhibió el tenista de Atenas en esa manga, limitándose a mantener su servicio y sin emplearse a fondo cuando le tocaba colocarse al resto. Tenía la mitad de la faena ya hecha y no necesitaba malgastar fuerzas. Tanto se relajó que perdió la ventaja en el sexto juego. Cometió dos dobles faltas consecutivas, apretó con su derecha para solventar la primera bola de break y acabó cediendo en la segunda ante el empujón del escandinavo.

Aprovechó Ruud el pequeño bajón de su rival para intentar dar un pequeño paso adelante, atacando el revés del griego. Pero este reaccionó a tiempo y con subidas a la red y un poco más de intensidad igualó fuerzas sobre la arcilla, dando paso a una batalla de alto nivel.

La igualdad reinaba en la pista pero Ruud evitó la muerte súbita con dos buenos golpes de revés en el duodécimo juego que le pusieron en bandeja dos bolas de set que no desaprovechó.

Ruud toma el mando

La pequeña derrota hizo mella en un Tsitsipas que arrancó la segunda manga desconcentrado, fallando golpes fáciles, mientras que Ruud se mantenía solvente y se apoyaba en su revés para avanzar hacia la final. El golpe sobre la mesa no tardó en llegar, con el quiebre en el cuarto juego, que acabó de hundir a Stefanos.

Lo intentó el ateniense con algunos destellos de buen tenis, pero no fue suficiente ante un Ruud seguro que no hizo concesiones y tuvo suficiente con aguantar sus servicios para levantar su primer título en el Barcelona Open y darse el tradicional baño del ganador en la piscina del RCTB-1899.

Para el noruego, sexta raqueta mundial, esta es hasta el momento su victoria más importante, que llega tras disputar siete finales entre Masters 1000 y ATP 500 sin éxito. Para Tsitsipas, continúa la maldición en Barcelona, donde ha jugado cuatro victorias sin conseguir el título.

 

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