“La vida es, pues, un espejo; la literatura es la realidad”. Los futuros lectores –o espectadores– de Las Ciencias Naturales, la segunda de las obras teatrales de Mariano Tenconi Blanco (Buenos Aires, 1982) incluidas en La saga europea. Vol I, no se verán demasiado perjudicados por la revelación, más arriba, de sus últimas líneas, que al fin y al cabo son también las del libro: aquellas regalan una perspectiva clave para comprender o mejor relacionarse con la poética de su autor; es decir, los modos en que se entrevera con lo real y lo manipula, lo traduce y lo fricciona. Poco antes aparece otra frase, que acaso complete los contornos del mapa: “El historiador ha de escribir las cosas no como deberían ser sino como fueron; el poeta puede contar las cosas no como fueron sino como deberían ser”.

Así, desde esa defensa de la ficción que nos obliga a recordar que no es sinónimo de “mentira” sino que se trata de un desplazamiento, una dimensión que dialoga con la nuestra desde sus propias atribuciones, Tenconi Blanco construye –a la vez que reformula– dos historias ancladas en una Buenos Aires lejana, la del primer tercio del siglo XIX, reconocible y a la vez difusa, extrañada (y extremada). El título que reúne ambas obras proviene de sus protagonistas, europeos que se aventuran a cruzar el océano y pagan el precio. Las Cautivas, por un lado, recrea una anécdota bien conocida y revisitada por la literatura –la de la mujer “blanca” secuestrada por el indio–, aquí transformada en revelación, en redescubrimiento del cuerpo y de sus placeres, desde una incomunicación básica –la del idioma– que acaso libere otro lenguaje.

Las Ciencias Naturales es ya una historia más compleja (y bastante más extensa): al igual que en Las Cautivas se da un contrapunto de voces, en este caso a través de los diarios íntimos de dos naturalistas que arriban al Río de la Plata, un español y un alemán con aires nietzscheanos cuya hipótesis delirante termina materializándose, aunque la gloria le sea negada.

El humor funciona en ambas obras como un código que irradia desmesura, aunque la misma posea –si bien llena de hallazgos– eficacia y alcances bien dispares. Más allá de eso, y al margen de ciertos tópicos argumentales –el sexo como estribillo–,Tenconi Blanco teje algo absolutamente virtuoso desde la síncopa de tonalidades, tensiones, ritmos y tiempos internos de la narración: más contenido y melancólico en Las Cautivas; más efervescente y múltiple en Las Ciencias Naturales.

Resulta notable la libertad y riqueza con que Tenconi Blanco emplea sus recursos formales: los mil y un trucos que utiliza para convencernos de que lo posible merece ser verdadero.

La Saga Europea. Vol I

Por Mariano Tenconi Blanco

Blatt&Ríos

131 páginas, $ 14.290

 

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