Valentina Kogan tenía 10 años cuando le detectaron diabetes. Recuerda que al regresar de un campamento de verano había perdido mucho peso y presentaba algunos síntomas anormales: precisaba tomar mucha agua todo el tiempo y hacer pis de forma constante. Llegaba hasta a hacerse pis mientras dormía. Sus padres al ver esto la llevaron al médico , y en los estudios de sangre se hizo evidente la enfermedad.

Valentina ahora tiene 44 años y es exarquera de la selección argentina de handball, olímpica en Rio 2016, y una apasionada del deporte. Hoy se desempeña como directora ejecutiva del Club de Corredores, empresa que desde hace 36 años organiza carreras de norte a sur del país reuniendo a miles de corredores de diferentes partes del mundo.

Gracias a los prejuicicos y la desinformación muchos mal suponen que con diabetes no se puede exigir tanto al cuerpo ni dedicarse al deporte, pero la historia de vida de Valentina es un fiel reflejo de que con diabetes se puede llegar muy lejos, incluso en el alto rendimiento con la entrega que esto implica.

Hoy ya un poco alejada de los momentos de máximo nivel competitivo en la selección, sigue teiendo una rutina diaria intensa y movida: se levanta todos los días a las 6.30 hs para hacer actividad física antes de seguir con su rutina laboral. Tres veces por semana hace entrenamiento de running, otras tres veces de crossfit, y una vez; de yoga. Luego toca despertar a los chicos (tiene un niño y una niña de 7 años), se preparan para ir al cole y a las 10 hs comienza su trabajo en el Club de Corredores hasta las 18 hs.

Por la tarde hay que buscar y acompañar a los niños por sus actividades. Cuenta que con su pareja siempre dan un lugar importante a los encuentros sociales con amigos y otros hobbies como las clases de cerámica, por ejemplo. ¿Cómo es su alimentación? Es pescetariana desde los 15 años. Valentina aclara que no es un término muy usado pero es útil para ilustrar lo que come. Mantiene una dieta baja en hidratos de carbono (y a veces se vuelca al keto), que consiste principalmente en pescado, huevos, quesos, frutos secos y verduras (no todas, las más bajas en HC). Asegura que lejos de padecerlo, disfruta de comer así, y además, hace casi 4 años ptactica ayuno intermitente.

Convocada para atajar en Boca

En relación a su tratamiento y control de la diabetes, Valentina es insulinodependiente y desde el 2012 usa infusor de insulina con un monitoreo continuo. Hace unos meses cuenta con un dispositivo de última generación que le permite tener controles predictivos. Es decir que en función del monitoreo de su glucemia (y su tendencia), el infusor toma decisiones en forma independiente (si corta la infusión o si necesita aumentarla). Este dispositivo le permitió mejorar aún más la estabilidad en su glucemia y tener menos variaciones y menos hipoglucemias que son los factores que a veces le ponen freno al entrenamiento.

Recientemente, fue convocada nuevamente a jugar para Boca Juniors.

Había dejado al handball en el 2017 y desde entonces no había tenido ganas ni necesidad de volver a jugar. En todo este tiempo le propusieron sumarse a varios clubes, pero no le generaba dudas ya que no quería volver a jugar. La propuesta de jugar en Boca este año vino impulsada por amigas que también van a jugar en el mismo club y sobre todo por entender que sus objetivos con el handball no son los mismos de antes ni su compromiso tampoco. Hoy lo hace para divertirse y volver a estar en contacto con sus amigas del deporte. Eso es lo que más la entusiasma. Y aclara que cuando esto deje de ser así seguramente no seguirá con la actividad.

Ser deportista con diabetes: factores a tener en cuenta

Si le preguntamos a esta ex arquera olímpica cómo es ser deportista de alto rendimiento con diabetes, responde que ella no sabe cómo es ser deportista de alto rendimiento sin diabetes, por lo que para ella resulta bastante normal. No conoció nunca otra forma. Pero intentando responder la pregunta, ella expone que esto implica tomar en consideración varios factores, conductas y hábitos que otros deportistas seguramente no tengan.

Por ejemplo, es necesario monitorear la glucemia muy exhaustivamente los días de competencia para llegar al partido de la mejor forma y no dar lugar a los síntomas relacionados con la hiper o hipo glucemia, estar pendiente de llevar a los viajes la cantidad de insumos médicos necesarios para cubrirse durante toda la gira o torneo, saber si va a tener heladera disponible para guardar la insulina, saber reconocer los síntomas de hipoglucemia para poder actuar en consecuencia rápidamente y saber pedir “licencias” al equipo para poder atender esas circunstancias, llevar siempre bebidas con azúcar, saber comunicar y explicar a sus compañeras y cuerpo técnico un poco sobre su condición para que sea más fácil para todos comprender que la diabetes no es un impedimento para realizar deporte de “bajo” o “alto” rendimiento.

La diabetes es una condición crónica. Quien la padece no va a dejar de tenerala nunca. Es incurable, pero controlable. Y es habitual a través de los años pasar por diferentes momentos en los que quien la padece no siempre se siente igual con esa situación.

Para Valentina lo más difícil de tener diabetes es lidiar con esos momentos de enojo o de no aceptación del hecho de que toda la vida va a tener que vivir con diabetes.

Pero asegura que el deporte siempre le ha sido de enorme ayuda. Fue y es uno de los grandes pilares en el tratamiento de la diabetes junto al tratamiento médico, la alimentación y la actividad física. Enfatiza que con todo lo que se ha visibilizado y aprendido en el último tiempo sobre la importancia del bienestar mental sería importante agregar también este pilar para el tratamiento. Cree que ya no se puede evaluar a la salud únicamente con indicadores “duros”, y que el bienestar mental y emocional son protagonistas a la hora de evaluar nuestro estado de salud general.

Fundamentalista del deporte

Valentina se considera una fundamentalista en el tema del deporte. Está convencida de que la actividad física tiene que tener un lugar en la rutina de cualquier persona con o sin diabetes. Porque reduce la glucemia en sangre, hace más permeables a las células a la insulina (baja la resistencia a la insulina), libera endorfinas y te hace sentir más feliz, además de consumir calorías e impactar en la forma física, etc. Para todos los que padecen la enfermedad, la diabetes es parte de la vida y de una forma u otra contribuye a formar a las personas que son y a forjar la propia personalidad. Seguramente al tener diabetes se conoce más sobre alimentación y sobre el propio cuerpo que cualquiera que no la sufre. Recordar las cosas positivas que se construyeron gracias a tener diabetes es la clave para poder vivir cada día con orgullo y naturalidad.

Y para concluir, nuestra arquera olímpica y hoy también corredora, reflexiona que además del deporte, “El” gran pilar para una persona con diabetes es la familia. Cuando Valentina era niña el acompañamiento de sus padres la impulsó para seguir practicando deportes, algo que fue clave para ella. Y hoy como adulta, su pareja y sus hijos tienen también un rol fundamental. Por esto, resalta que de tener un familiar con diabetes, sobre todo si se es madre o padre de un niño o niña con la enfermedad, es determnante alentarlo a hacer deporte, acompañarlo, y ayudarlo a sobrepasar los escollos que pueden ser ir a un campamento y tener que llevar sus alimentos aptos, medirse la glucemia e inyectarse insulina en público, y todo lo que se nos ocurra. Visibilizar la diabetes hace que sea para todos más natural vivir con diabetes. Y si uno puede naturalizar la diabetes, sin duda va a ser más feliz. Porque “con Diabetes se puede”.

* Carolina Rossi, es entrenadora nacional de atletismo y corredora @CarolinarossiOk

 

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