Kyllian Mbappé fue la gran decepción del partido de ida de los cuartos de final entre PSG y Barça. La estrella francesa prácticamente no apareció por el terreno de juego y no chutó a puerta durante los 90 minutos. Estuvo muy bien defendido por las ayudas que planteó Xavi atrás, pero en París esperaban que marcara diferencias y no lo hizo. Mbappé está muy enfadado consigo mismo por su pobre actuación y quiere resarcirse en Montjuïc ante el equipo blaugrana. Su única obsesión es pasar a semifinales y demostrar que puede ser un jugador decisivo en las grandes citas.

Según ‘Le Parisien’, Mbappé acabó el partido absolutamente enrabietado. Por el resultado y, sobre todo, porque no pudo ayudar a su equipo cuando es la estrella del vestuario parisino. Internamente apuntan a un problema físico del futbolista galo que le hizo jugar a menores revoluciones de lo que hace habitualmente y eso hizo que no pudiera completar ninguna acción ofensiva de mérito. Solo tuvo un chut en la segunda parte que fue desviado por Araujo a córner, pero poco más.

En el vestuario parisino, Mbappé fue el jugador que acabó más fastidiado porque entiende que muchos focos estaban puestos sobre su juego. Y no solo en París sino también en Madrid, dónde esperaban comprobar su eficacia en la Champions y, más, ante el eterno rival blanco. Y la realidad es que no pudo desbordar por la banda izquierda, dónde Araujo y Koundé le taparon de forma perfecta a lo largo del partido.

Es probable que Luis Enrique haga variaciones ofensivas para el partido de vuelta, ya que Mbappé se encuentra más a gusto cuando el PSG juega con un ‘nueve’ de referencia. No sería descartable esta opción o la de posicionar a Dembélé como falso nueve, algo que ha venido probando el técnico asturiano con buen rendimiento esta temporada. De hecho, el exblaugrana ya jugó en esa posición durante la segunda parte coincidiendo con los mejores momentos del PSG en esta eliminatoria.

Mbappé es consciente de que buena parte de las posibilidades del PSG pasan por sus botas en el partido de vuelta y, raramente, el atacante galo tiene dos partidos consecutivos malos. Desde el PSG apuntan a que Mbappé está supermotivado para el encuentro decisivo y que está convencido de que puede salir como el gran triunfador en Montjuïc. En el Barça también tienen claro que la estrella del equipo francés seguro que no pasará tan desapercibido, pero esperan dominar con balón el encuentro para que Mbappé tenga pocas opciones de encarar en superioridad a la defensa blaugrana.

 

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