Después de que Matías Benicelli, uno de los jóvenes condenados por el homicidio de Fernando Báez Sosa, rompiera el pacto de unidad entre los acusados y criticara a Hugo Tomei, el abogado que representó a los ocho acusados durante la instrucción y el juicio, Máximo Thomsen, uno de los cinco imputados que fue sentenciado a prisión perpetua, podría pedirle al Tribunal de Casación Penal bonaerense que lo escuche “porque tiene mucho para decir”.

Así lo explicó a LA NACION el nuevo abogado de Thomsen, Francisco Oneto, que asumió la defensa la semana pasada, después de que se conociera el fallo del máximo tribunal penal bonaerense que confirmó las condenadas impuestas por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de Dolores.

El desmayo de Máximo Thomsen

“Máximo Thomsen tiene mucho para decir y su palabra podría hacer aminorar su responsabilidad penal en el hecho”, sostuvo a LA NACION Oneto, que en las elecciones del año pasado fue candidato a vicegobernador de la provincia de Buenos Aires por La Libertad Avanza, en la fórmula que encabezó Carolina Píparo.

El nuevo letrado de Thomsen sostuvo que el “derecho de su asistido de ser escuchado durante el proceso sigue vigente”.

Para Oneto durante el juicio por el homicidio de Báez Sosa, el tribunal debió “remediar” la situación de “intereses contrapuestos” que se originó porque Tomei defendió a los ocho acusados.

“Si el Estado cometió un error, no es justo que el error lo pague el justiciable”, afirmó Oneto. El abogado adelantó que están preparando el recurso que presentarán ante Casación.

Veredicto: Thomsen, Pertossi, Comelli, Benicelli y Pertossi condenados a prisión perpetua

En las últimas horas, se conoció un escrito que Benicelli presentó ante los jueces María Florencia Budiño y Fernando Mancini Hebeca, magistrados que el 22 de marzo último confirmaron el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores que, el 6 de febrero del año pasado, condenó a cinco de los acusados a la pena de prisión perpetua y a otros tres a 15 años de cárcel.

“Entiendo desde mi perspectiva de imputado, sin menoscabar las condiciones técnicas del doctor Hugo Tomei, que al conglobar la defensa del conjunto de imputados generó un conflicto de intereses personales que conculcó mi derecho de defensa en juicio. Señalo en paralelo que ni el suscripto ni mis familiares sufragamos honorarios por los servicios brindados por el mencionado letrado, sino que fuimos persuadidos para designarlo para mi defensa técnica, a fin de no entorpecer la defensa de otros coimputados”, sostuvo Benicelli en un escrito presentado ante el Tribunal de Casación Penal bonaerense al que tuvo acceso LA NACION.

Benicelli, además, adelantó que tiene la voluntad de recurrir ante la Suprema Corte de Justicia bonaerense “por entender que por la defensa ineficaz de mis derechos y garantías procesales, he sido condenado injustamente por un hecho que no cometí”.

En su escrito, Benicelli explicó que le ha dado instrucciones a Carlos Attías, su nuevo abogado, para que interponga un recurso de inaplicabilidad y nulidad de la sentencia recurrida “pues a pesar de mi intención de declarar durante el debate para esclarecer algunas inconsistencias, incongruencias y contradicciones surgidas durante el juicio, no pude hacer uso de ese derecho debido a la expresa indicación de quien fuera mi defensor [por Tomei]”.

En su escrito de cinco páginas puso como ejemplo de lo que definió como “defensa ineficaz” una situación que, según él, vivió durante el debate, que se celebró entre enero y febrero de 2023.

“A modo de ejemplo, pongo en conocimiento del Tribunal que nunca tuve noticias de que existían salpicaduras hemáticas en mi indumentaria que pertenecerían a Fernando [Báez Sosa]. Al enterarme de ello, durante una audiencia, expresé mi voluntad de declarar para explicar esa contaminación, pero mi defensa técnica se opuso para no comprometer la situación de mis consortes de causa. También quise confrontar las declaraciones del testigo [Cristian] Gómez, quien manifestó que yo estaba violento y tuvo que retirarme de Le Brique [el boliche de Villa Gesell donde víctima y condenados comenzaron a pelear] mediante el uso de la fuerza, cuando en verdad me retiré pacífica y voluntariamente del lugar, en su compañía”, dijo Benicelli.

El ataque a Báez Sosa fue definido por Benicelli como “una gresca” que terminó “con el trágico resultado de la indeseada muerte de Fernando”.

El joven dijo que también quiso aclarar su participación y cuánto sabía del hecho. “A la sazón, el doctor Tomei propuso a Alejo Milanesi [que en un primer momento estuvo imputado y después fue sobreseído] como testigo de descargo para que manifestara lo que vio y escuchó de lo sucedido aquella fatídica noche, por ser un testigo privilegiado en el lugar y, porque, mediante sus declaraciones podría persuadir a los sentenciantes [sic] de que mi participación no fue determinante en el resultado de la muerte de Fernando Báez Sosa. Pero quien debía garantizar mi defensa inexplicablemente desistió del testigo en la misma audiencia. Las explicaciones que me brindó, con posterioridad, fue que la declaración de Milanesi podría agravar la situación procesal de los otros defendidos. Pero, aclaró, que me quedara tranquilo porque, luego, eso se iría a modificar en la instancia de Casación.

Antes de concluir con su escrito, Benicelli sostuvo: “Soy consciente que el Tribunal de Casación, con los elementos que tenía, difícilmente podría acoger los agravios expresados por el doctor Tomei, dado que la prueba en Casación tiene un carácter eminentemente restrictivo y la prueba de mi descargo habían sido desistidas el 16 de enero de 2023 [la declaración de Milanesi]. Pero lo que no podía ignorar el Tribunal es la ostensible divergencia de intereses que representaba una misma defensa para la totalidad de los imputados, tal como lo he pedido a mi defensor que exprese y fundamente. Comprendo que no resultará difícil concluir después de un análisis meticuloso de la trama del proceso seguido en mi contra y de su desenlace que el rol de defensor simultáneo de todos los imputados terminaría causando, como en definitiva sucedió, un perjuicio de imposible o muy gravosa reparación ulterior”.

 

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