Después de siete victorias seguidas y once en sus últimos doce encuentros, los Dallas Mavericks perdieron este martes por 104-100 ante unos Golden State Warriors muy meritorios en defensa y sólidamente corales en ataque. Cinco triunfos consecutivos llevan unos Warriors que siguen décimos en el Oeste (41-34 de balance) abriendo hueco sobre los Houston Rockets (undécimos con 38-37) y a la caza todavía de Los Angeles Lakers (novenos con 43-33).

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Por su parte, los Mavericks continúan quintos en el Oeste (45-30) aunque ahora están empatados con los New Orleans Pelicans (sextos también con 45-30). Los Angeles Clippers se mantienen cuartos (47-28). No fue un buen día de Stephen Curry (13 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias con un triste 5 de 18 en tiros de campo) ni Klay Thompson (14 puntos con 5 de 13 en tiros).

Pero quizá por eso tuvo aún más valor este triunfo de Golden State con todo el mundo sumando su granito de arena: Andrew Wiggins con 23 puntos, Chris Paul con 14 tantos y 5 asistencias desde el banquillo y Draymond Green haciendo de todo y todo bien (11 puntos, 8 rebotes, 6 asistencias y 4 robos).

Los reservas de los Warriors aportaron 39 puntos frente a los solo 13 de los Mavericks. Además, Dallas sufrió con un gris 15 de 40 en triples. De nada sirvió el triple-doble número 20 en la temporada y el 76 en su carrera de Luka Doncic (30 puntos, 12 rebotes y 11 asistencias). No obstante, el esloveno igualó con este triple-doble a James Harden como el octavo jugador con más de estas estadísticas en la historia de la NBA.

Kyrie Irving sumó 27 puntos y P.J. Washington logró 20 tantos en un partido en el que los Warriors no contaron con Jonathan Kuminga y los Mavericks echaron en falta a Dereck Lively.

Toma y daca de principio a fin

Un 0-9 en poco más de dos minutos no parecía un inicio prometedor para los Warriors, pero los de Steve Kerr acabarían el primer cuarto por delante (28-27) mejorando claramente su defensa según avanzaba el reloj y con un aportación muy colectiva en ataque (sumaron al menos un punto 7 de sus 10 jugadores empleados).

Doncic, con 12 puntos, anotó con soltura pero a los Mavericks les costó encontrar la pólvora desde el perímetro (3 de 9 en triples por el 5 de 10 de los Warriors). Golden State continúo apretando en defensa y haciendo la vida cada vez más difícil a unos Mavericks que, en las últimas semanas, habían desplegado una estupenda fluidez en el apartado ofensivo.

No solo le costaba a los texanos encontrar al aro rival, sino que además empezaron a sufrir para contener a los Warriors y dos triples seguidos de Curry les mandaron de cabeza al tiempo muerto (45-34 con 4.21 para el descanso).

El parcial llegó a ser brutal: de 19-2. Pero entre Doncic (17 puntos en la primera parte) e Irving (12) se las ingeniaron para que Dallas recuperara el ritmo perdido y llegara al intermedio con el marcador en tablas (49-49).

El duelo no perdió intensidad tras el paso por vestuarios: al contrario, entró en los minutos más vibrantes de la noche. Por los visitantes, Doncic (11 puntos en el tercer cuarto) seguía dando muestras de su extraordinario momento de forma con un triplazo en la cara de Green por aquí y un pase perfecto para el mate de Washington por allá.

Pero los locales encontraron la respuesta ideal en sus actores secundarios, especialmente con un Wiggins (12 puntos en ese periodo) sensacional en uno de sus mejores partidos del curso y con Paul pidiendo la palabra desde el banquillo.

Con aroma por momentos de ‘playoff’, el partido se merecía un desenlace de poder a poder y se llegó a los últimos doce minutos con una pequeña ventaja de Golden State (80-74). Los reservas de los Warriors continuaban a un nivel asombroso y dieron el primer aviso serio a unos Mavericks cada vez más frustrados con la defensa rival y que empezaban a quedarse sin tiempo y sin argumentos (90-79 con 7.27 para el final).

Reaccionaron de maravilla: un parcial de 2-11 en dos minutos y medio les metió de nuevo en el partido (92-90) recuperando para la causa a un Daniel Gafford que presumió de muelles en la zona. Parecía un momento propicio para los de Doncic, un equipo brillante este año en los finales apretados.

Pero esta vez la moneda salió cruz con un gran parcial de 10-0 de los Warriors, que coronó Green con un taponazo a Gafford y una canasta a continuación. Los Mavericks llegarían a ponerse a solo 2 puntos todavía con 15 segundos en el reloj, pero Thompson, desde la línea de personal (y librándose de unos pasos que no vieron los árbitros), certificó el triunfo de Golden State.

 

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