Lewandowski fue, sin duda, uno de los mejores jugadores en el Parque de los Príncipes. No vio puerta, pero eso fue lo de menos porque se hartó de habilitar a sus compañeros y de ayudar a superar la presión del PSG. De hecho, prácticamente duplicó sus intervenciones habituales durante los noventa minutos.
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Cuando Taylor señaló el final del encuentro, Robert, tras saludar a rivales y celebrarlo con sus compañeros, se fue directo hacia la grada. Allí le esperaban dos personas muy especiales: su madre, Iwona Lewandowska, y su hermana, Milena Lewandowski.
Los tres se fundieron en un abrazo muy emotivo con el que se quitaron de encima la tensión vivida durante el partido. Su madre, además, se vistió para la ocasión con la camiseta del Barça, la tercera equipacion de la pasada temporada.
En esta imagen solo faltaba su padre, Krzysztof, fallecido repentinamente en 2005. Robert estaba muy unido a su padre, cuyos sacrificios a los inicios de la carrera de Lewandowski eran diarios. Los tres, sin ninguna duda, se acordaron de él en un momento tan especial como el que vivieron cuando acabó un encuentro que permite al polaco seguir soñando con ganar la Champions de blaugrana. La victoria ante el PSG es de las que no se olvidan.