“Kurt me escribió una carta antes de que yo naciera. La última línea dice: ‘Dondequiera que vayas o dondequiera que vaya yp, siempre estaré contigo’. Él mantuvo esa promesa”. Estas son algunas de las últimas palabras que Frances Bean Cobain escribió en un posteo (a modo de carta) por el 30° aniversario de la muerte de su padre, el líder de Nirvana, Kurt Cobain. Y entre varias curiosidades del texto también hay que destacar que la foto principal que eligió para postearlo es una imagen de las manos de su padre, en blanco y negro, tomadas por la cámara del cantante de REM Michael Stipe, quien no tardó en responder en esa misma publicación.

“Hace 30 años, la vida de mi padre terminó. La segunda y tercera foto capturan la última vez que estuvimos juntos mientras él todavía estaba vivo. Su madre, Wendy, a menudo presionaba mis manos contra sus mejillas y decía, con tristeza: “Tienes sus mismas manos”. Ella las tomaba como si fuera su única oportunidad de abrazarlo un poco más cerca, congelado en el tiempo. Espero que ella esté sosteniendo sus manos dondequiera que estén”. Así comienza un texto que va de los recuerdos a las reflexiones.

“En los últimos 30 años, mis ideas sobre la pérdida han estado en un estado continuo de metamorfosis. La mayor lección aprendida a través del duelo durante casi el tiempo que he estado consciente es que sirve para algo. La dualidad de la vida y la muerte, el dolor y la alegría, el yin & yang, necesitan existir uno al lado del otro o nada de esto tendría ningún significado. Es la naturaleza cambiante de la existencia humana lo que nos lleva a las profundidades de nuestras vidas más auténticas. Resulta que no hay mayor motivación para inclinarse en la conciencia amorosa que saber que todo termina. Ojalá hubiera podido conocer a mi padre. Ojalá hubiera sabido la cadencia de su voz, cómo le gustaba su café o la forma en que se sentía estar arropado después de un cuento antes de dormir”, reflexiona.

Más tarde, vuelve a los recuerdos no vividos (situaciones que asimiló a través de otras voces) y a las enseñanzas que solo toman forma con el paso del tiempo: “Siempre me he preguntado si habría atrapado renacuajos conmigo durante los mugrosos veranos de Washington, o si olía a Camel Lights y Nesquik de fresa (sus favoritos, me han dicho). Pero también hay una profunda sabiduría en un camino acelerado para entender lo preciosa que es la vida. Me regaló una lección de muerte que solo puede llegar a través de la experiencia VIVIDA de perder a alguien. Es el don de saber con certeza, cuando nos amamos a nosotros mismos y a los que nos rodean con compasión, con apertura, con gracia, más significativo se vuelve nuestro tiempo aquí inherentemente. Kurt me escribió una carta antes de que yo naciera. La última línea dice: ‘Dondequiera que vayas o dondequiera que yo vaya, siempre estaré contigo’. Mantuvo esta promesa porque está presente de muchas maneras. Ya sea escuchando una canción o a través de las manos que compartimos, en esos momentos puedo pasar un ratito con mi papá y él se siente trascendente”.

La respuesta de Stipe

“Oh Frances, posees una gracia y una sabiduría gloriosa, que me detiene en seco de vez en cuando, y hoy es sin duda uno de esos momentos. El amor es eterno y esta es toda la prueba que necesitamos ¡¡¡Y me había olvidado del Nesquik de fresa!!!”

La elección de esa fotografía, entre otras seis que Francis eligió, de diferentes momentos de la vida de su padre, no fue solo por cuestiones artísticas o por el valor que puede haber en el nombre de Michel Stipe. Cobain y Stipe planeaban hace una colaboración en 1994, pero las agendas no coincidieron para grabar (ni siquiera para sentarse a componer la canción) antes de la muerte de músico de Seattle. R.E.M., para recordarlo, le dedicó el tema “Let Me In”, publicado en el el álbum Monster, ese mismo año.

Cuando el álbum se publicó, Stipe aseguró que la letra de la canción era básicamente lo que le diría a Cobain por teléfono. Tanto en la grabación de la canción como en la gira de presentación del álbum, Mike Mills tocó con una Fender Jaguar que perteneció a Cobain. Como Kurt era zurdo (y esta Fender estaba diseñada para zurdos), Mike Mills le invirtió el encordado para utilizarla como diestro.

Pero la conexión más fuerte que Frances tiene con esa foto de las manos de Cobain (esas que le resuenan en el comentario de su abuela) no es solo la amistad de su padre mantenía con el frontman de R.E.M. sino que Michael es su padrino. De hecho, según reveló el sitio de farándula TMZ, Frances se casó en secreto el 7 de octubre del último año, con Tony Hawk, un skater de fama internacional y su novio desde 2021. La ceremonia se realizó en Los Ángeles y Michael Stipe habría sido el maestro de ceremonias.

 

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