Los misterios del espacio exterior siempre han capturado la imaginación humana, y uno de los enigmas más fascinantes ha sido la compleja geología de la Luna, nuestro satélite natural.

Un nuevo estudio publicado en Nature ha arrojado luz sobre un fenómeno extraordinario: el interior de la Luna se volvió básicamente del revés, un proceso denominado «volteo global del manto».

 

Este descubrimiento no solo redefine nuestra comprensión de la Luna, sino que también despliega una historia de transformaciones radicales bajo su superficie.

Un océano de magma 

Hace unos 4.500 millones de años, un cataclismo cósmico dio origen a la Luna. Este cuerpo celeste se formó a partir de los escombros expulsados durante una colisión masiva entre la Tierra y un protoplaneta del tamaño de Marte. Este evento inicial fue solo el comienzo de una serie de procesos geológicos extremos. Con el tiempo, un océano global de magma cubrió la joven Luna, eventualmente cristalizando para formar su manto y corteza.

Sin embargo, el enfriamiento del magma no fue el final de la historia. En las profundidades de la Luna, capas de ilmenita, un mineral denso y rico en titanio, se formaron sobre capas menos densas. Esta disposición resultó gravitacionalmente inestable, lo que eventualmente llevó a un «volteo global del manto», donde los cumulados de ilmenita se hundieron hacia el interior lunar.

La evidencia del volteo

El estudio citado, que incluye a expertos como Weigang Liang y Adrien Broquet, ha proporcionado pruebas físicas convincentes de este volteo. Mediante la combinación de inversiones gravitatorias y modelos geodinámicos, los investigadores han podido correlacionar patrones de anomalías gravitatorias lineales en la región de los mares lunares con los restos de cumulados de ilmenita post-volteo.

Estas anomalías no son meras curiosidades; delinean un patrón geométrico que coincide con las predicciones de los modelos sobre los restos de ilmenita. La misión GRAIL de la NASA, que orbitó la Luna entre 2011 y 2012, fue crucial para detectar estas sutiles variaciones en el campo gravitatorio lunar.

Los hallazgos del estudio no solo aportan un mapa más claro de la distribución interna de la Luna, sino que también establecen un marco temporal para estos eventos. Se cree que la capa de ilmenita se hundió antes de los impactos que formaron las cuencas de Serenitatis y Humorum, lo que sugiere que este fenómeno precedió y posiblemente facilitó el vulcanismo que caracteriza la superficie lunar visible hoy en día.

Implicaciones y futuras exploraciones

La confirmación del volteo del manto lunar tiene implicaciones profundas para nuestra comprensión de la evolución geológica de la Luna. Además, este proceso podría ofrecer nuevas perspectivas sobre otros cuerpos celestes con características similares.

Este tipo de investigaciones resalta la importancia de las misiones espaciales y la colaboración internacional en la exploración espacial, proporcionando datos cruciales que no solo expanden nuestro conocimiento del universo, sino que también refuerzan la fascinación eterna por nuestro satélite natural.

Los estudios sobre la Luna continúan desafiando suposiciones anteriores y enriqueciendo nuestro entendimiento del cosmos. A medida que avanzamos, cada descubrimiento nos acerca un paso más a desentrañar los secretos del espacio, demostrando que incluso nuestro cercano satélite natural aún tiene muchas historias que contar.

 

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