En medio de la tensión generada por la eliminación de los giros que la Anses le realizaba a 13 cajas de jubilaciones provinciales, el Gobierno busca mejorar el diálogo con los mandatarios provinciales de cara al Pacto de Mayo convocado por Javier Milei para el próximo mes. En este marco, el gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, aseguró que “hay un gran descontento entre los gobernadores patagónicos” y señaló: “La mayoría no está de acuerdo con muchas de las medidas del Gobierno”.

El mandatario santacruceño apuntó también contra las medidas de ajuste anunciadas por el Presidente, y advirtió: “Si no hay recursos para mi provincia, nuestros legisladores no van a acompañar ningún tipo de Ley ‘Bases’ ni va a haber Pacto de Mayo para nosotros”. De esta forma, aseguró que “bajo ningún punto de vista” pueden entender por qué se llevan a cabo “medidas que los perjudican”. “Yo me consideraba un aliado del Gobierno durante los primeros dos meses, pero después noté que somos los más perjudicados. No importa el diálogo y las ganas de consensuar, acá hay decisiones unilaterales que están perjudicando a gran parte del país y a la mayoría de las provincias. Se habla de federalismo, pero las provincias aportan, la Nación recibe esos aportes y nosotros no recibimos nada”, protestó.

Así, en diálogo con Radio 10, el exsecretario general del gremio Petroleros acusó al Presidente de “no entender que hay gobernadores nuevos que heredaron una mala administración”. “Creo que tiene la oportunidad de hacer las cosas bien y se está equivocado. Los más perjudicados son los más pobres, la clase media que pasa a ser pobre y los pobres que no tienen a donde ir”, sentenció, y consideró que existe una mirada “egoísta y centralista”. “Se olvida del centro del país”, dijo.

“Al principio había diálogo y una buena relación, nos podíamos a poner de acuerdo; pero cuando se tomaron decisiones que nos perjudicaban y marcamos posturas, el Gobierno entendió que éramos enemigos, que estábamos en contra y no queríamos sacar el país adelante”, lamentó, sobre el vínculo de Nación con las provincias. A su vez, destacó el trabajo del ministro de Interior, Guillermo Francos, a quien consideró “un buen interlocutor” que “escucha a los gobernadores y se toma el tiempo de conocerlos”. Y acotó: “Pero las decisiones se toman de más arriba y no se consultan, y ahí nos perjudican”.

Asimismo, aseguró que “la mayoría” de los gobernadores patagónicos acompañan sus críticas y cuestionamientos hacia la gestión mileísta. “¿Qué gobierno va a acompañar medidas que van en contra del pueblo que los votó? Sería ilógico”, consideró, y subrayó: “Ojalá se retome el diálogo y podamos construir un futuro mejor. Es cierto que hubo mala administración y que se robó con la obra pública, pero, ¿qué hacemos? ¿Condenamos al pueblo por los errores de la mala política del pasado? Las medidas apresuradas no llevan a nada, porque el país no está partido en dos, está quebrado”.

El gobernador también apuntó contra el recorte de fondos que implementó el Gobierno a la provincia de Santa Cruz, lo que representó un “30% menos de lo que recibía la gestión anterior”. “Teniendo en cuenta la inflación, esto es un golpe fuertísimo. Heredamos una provincia devastada y se dejó de robar acá, lo que permite una administración más ordenada y controlada, pero estamos sobreviviendo con lo que podemos”, dijo.

Y detalló: “Tenemos un 52% de pobres; la actividad paralizada; miles de trabajadores en la calle; hospitales sin insumos; medicamentos oncológicos que Nación dejó de enviar de un día para el otro, aunque no lo reconozcan. Es muy complejo seguir así”. Además, aseguró que a las obras de la represa de Santa Cruz – que están frenadas desde diciembre a la espera del financiamiento de China- llegaron “1800 telegramas”. ”Esta obra significa el 14% del consumo total del país, y sería importante que Nación tome las riendas”, reclamó, y acusó al Gobierno de no avanzar por estar involucrado con “intereses de países en que China no tenga actividades dentro del país”.

 

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